Economía trabaja a contrarreloj para poner en marcha el banco malo. La sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) deberá estar constituida el próximo 1 de diciembre y se espera que antes de final de año disponga de unos recursos propios de 3.900 millones de euros, el capital necesario para iniciar la transferencia de los cerca de 44.000 millones de activos tóxicos en manos de la banca nacionalizada.
La Sareb tendrá tres fuentes principales de financiación. El capital puro que aporten los accionistas de la entidad a cambio de una participación, la emisión de bonos con garantía del Estado que suscribirán las entidades de crédito como pago por los activos que transfieren y la emisión de deuda subordinada, títulos que ofrecerán una rentabilidad anual del 8% a los inversores privados que entren finalmente en la Sareb.
El tiempo apremia y en esta primera fase el Gobierno aspira a captar 2.200 millones de euros de manos privadas, de los cuales prevé conseguir 500 millones en capital puro y el resto en deuda subordinada, pata, por tanto, clave para la financiación del vehículo. El reto para el FROB se presenta mayúsculo y ante la reticencia de muchos inversores potenciales a participar el Gobierno estudia avalar estas emisiones subordinadas, según comentan fuentes cercanas al proceso, algo que de momento no confirman desde el ministerio de Economía.
El Gobierno buscaría así seducir a los inversores potenciales que no se sienten atraídos por las condiciones actuales. Y es que la rentabilidad del 8% que promete la deuda subordinada sólo se obtendrá si el banco malo genera beneficios, algo que no se contempla en los dos primeros años de vida del vehículo. El otro gran problema potencial es que no queda claro si al avalar estas emisiones incidiría negativamente en los ratios de deuda y déficit de Estado.
A la espera de conocer finalmente cuáles serán las entidades españolas dispuestas a entrar en el capital del banco malo (Santander es la única que lo ha confirmado), Economía redobla esfuerzos para encontrar inversores privados y no descarta tener que reducir los recursos propios, (aspira a que representen el 8% de los activos en balance) del vehículo si no logra el capital necesario de aquí a final de año. Eso siempre y cuando la participación mayoritaria sea privada. El Estado tiene prohibido alcanzar el 50% del capital para evitar que las emisiones de deuda del banco malo computen como deuda pública.
Economía, no obstante, se muestra confiada en poder captar los 2.200 millones necesarios para completar esta primera fase. Después, en el primer trimestre de 2012, cuando el banco malo reciba créditos o inmuebles dañados del resto de entidades que requieran ayudas públicas, el FROB pretende aumentar los recursos propios del Sareb hasta los 5.000 millones de euros, lo que suponen 1.100 millones de euros más (de los 3.900 iniciales), de los que se espera que al menos 500 millones vengan de fondos internacionales.
El FROB ha contratado a Goldman Sachs, Citi, Barclays, Nomura y Nmas1 pare encomendarles la búsqueda de inversores privados, clave también en esta segunda fase del proyecto.