"Las cláusulas suelo son legales". Así de contundente se ha mostrado el presidente ejecutivo de Banco Popular, Ángel Ron, durante el turno de respuestas en la Junta General de Accionistas celebrada este lunes en Madrid. A pesar de la reciente sentencia de un juzgado de lo mercantil de Madrid, que declara nulas las claúsulas de 40 entidades financieras, el máximo responsable de Popular ha reivindicado el producto y ha dado una interpretación distinta de dicha resolución judicial. Ron ha incidido durante sus respuestas en que la justicia ha demostrado "reiteradamente" que las cláusulas suelo se atienen a la ley, y que de haber errores se tendrán que demostrar uno a uno.
"Lo que dice la sentencia es que son legales, y también dice que los bancos actuamos de buena fe al comercializarlas", ha señalado Ron
El máximo dirigente de Banco Popular, que en las cuentas de 2015 provisionó 350 millones de euros en previsión de un varapalo judicial contrario a dichas cláusulas, ha subrayado que lo que anula la sentencia son aquellas cláusulas con problemas de transparencia. Que el producto en sí no era irregular, y que habría que estudiar "cada caso concreto" si efectivamente se produjo una falta de transparencia o no. Dicha interpretación contradice a la manifestada por los demandantes (Adicae), que dan por hecho que todas las cláusulas son nulas, más allá de un redactado u otro de los contratos. Esta declaración de intenciones por parte de Ron deja entrever que en ningún caso habrá una devolución generalizada a todos los clientes, sino que se estudiarán individualmente.
En opinión de Ron, "lejos de interpretarlas como nulas o contrarias a la ley, lo que dice la sentencia es que son legales, y también dice que los bancos actuamos de buena fe al comercializarlas", ha añadido. En este contexto, los citados suelos de las hipotecas serían una "buena práctica" destinada a proteger los intereses de los accionistas del banco, ya que de esta forma se salvaguardaba a la entidad ante una hipotética caída de los tipos de interés. Aun a pesar de esta interpretación, el presidente ha reconocido que la entidad estudia además la posibilidad de la recurrir la sentencia, ya que según su punto de vista contradice en algunos puntos a la del Tribunal Supremo de mayo de 2013.
Vender 2.800 inmuebles en 2016
La Junta General de Accionistas de Popular estuvo marcada por el descontento general de los accionistas que se manifestaron durante su turno de preguntas, en el que varios reclamaron su dimisión. Y es que como recordó más de uno, el valor ha pasado de una valoración de 77 euros en 2007 a los poco más de 2 euros de la actualidad, producto de las sucesivas ampliaciones de capital, la crisis que vive el sector y lo que los responsables del banco consideran una excesiva penalización sobre el mismo por parte de los inversores. Tal y como dijo, la mayor volatilidad del valor le perjudica, toda vez que es un banco percibido como "un proxy" (un indicador) de la economía española.
Ron sacó pecho por haber podido llevar a cabo todos los ajustes (si bien reconoció que queda mucho por hacer) sin necesidad de pedir un rescate público, sino gracias en exclusiva al esfuerzo de los propios accionistas. Reconoció sin embargo que este camino en solitario ha supuesto que los ajustes se hayan hecho más lentamente, y que por tanto aún hay un gran volumen de activos improductivos que han de venderse. El presidente anunció que el objetivo de la entidad es rebajar el volumen de estos activos en unos 4.000 millones de euros en 2016, y para ello el objetivo es vender unos 2.800 millones este año (el resto vendrán de la menor entrada de nuevos activos dañados).
"En 2015 hemos vendido 2.100 millones de euros, más del triple de lo vendido un año antes", tal y como reinvindicaron los responsables de Popular, quienes aclararon que dichas ventas se realizaron ajustados a las coberturas existentes. Es decir, que no se originaron nuevas pérdidas al liquidar estos activos. "El mercado sabe que tenemos más dudosos y que tardaremos más, pero también sabe que a la larga seremos más rentables", añadió, tras presumir de la mayor cuota en pymes de todo el sector bancario español.
Respecto a la posibilidad de ser víctimas de una hipotética OPA, Ángel Ron reconoció que a los actuales precios todas las entidades financieras son potenciales objetivos para una operación de adquisición. "Pero no parece probable una OPA hostil", prosiguió, ya que en su opinión hay un compromiso sólido de los accionistas de permanecer en la entidad. De hecho, abrió la puerta una vez más a, en todo caso, ser un banco "integrador" que participe como adquiriente en un futuro proceso de consolidación del sistema bancario español.
