A la banca se le escapan uno de cada cinco nuevos créditos deteriorados. Es la principal conclusión de un reciente estudio de la consultora AIS Group, que estima que las entidades financieras españolas no detectan "anticipadamente" el 18% de las operaciones en las que se produce un aumento del riesgo. En opinión de esta firma, no se han fomentado lo bastante los sistemas de alerta "que permitan identificar las operaciones donde se puede producir el aumento significativo del riesgo antes de que se materialice".
Los sistemas de alerta tradicionales "no son tan efectivos como cabría esperar ya que se disparan en torno a variables de mucho peso que, por sí solas, ya evidencian que se produce un importante incremento del riesgo"
Estas carencias de la banca española son especialmente reseñables precisamente ahora que el sector se encamina a un cambio en el paradigma de la forma de contabilizar pérdidas y deterioros crediticios a cuenta de la nueva circular contable del Banco de España y la futura normativa internacional del provisiones (la IFRS9), que entrará en vigor en 2018 y que obligará a calcular las pérdidas esperadas, en vez de las incurridas como hasta ahora.
¿Dónde fallan los bancos españoles? Según el análisis llevado a cabo por AIS, faltan sistemas de alerta temprana innovadores, ya que los tradicionales "no son tan efectivos como cabría esperar porque se disparan en torno a variables de mucho peso que, por sí solas, ya evidencian que se produce un importante incremento del riesgo". Para cuando se disparan esas alertas de riesgo tradicionales el tiempo de reacción para las entidades suele ser mínimo, lo que conlleva un mayor esfuerzo en provisiones por pérdidas y una caída en la calidad del balance que afecta al rating del banco.
Un estudio sobre 30.000 operaciones
El informe de AIS Group se ha llevado a cabo a partir de 30.000 operaciones reales de empresas. "Entre ellas, alrededor del 15% eran clientes de nivel de riesgo alto o muy alto. Aplicamos el hecho de llegar a un impago de más de 30 días, una de las directrices de las IFRS9, como criterio para considerar que se produce un aumento significativo del riesgo de las operaciones. Al emplear un modelo tradicional de alertas sobre ellos, el 18% de las operaciones en las que se producía un cambio significativo del riesgo no fueron detectados", asegura Pere Joan Ventura, product manager de AIS.
Sin embargo, con un sistema de alerta temprana, que detectan de manera anticipada un mayor número de operaciones, "se habría podido actuar sobre ellas y evitar caer en dotar, con la consiguiente carga de capital que esto representa", añade Ventura.