Tras el gran anuncio, empieza a concretarse la letra pequeña de la integración de Banesto en el Santander. La mayor parte del ajuste de personal en la todavía filial se realizará mediante la prejubilación de todos aquellos trabajadores mayores de 55 años. En esa situación se encontrará una población de 1.000 empleados de Banesto a lo largo de los dos próximos años, plazo previsto por Boadilla para completar todo el ajuste laboral que supone la operación, según ha podido saber Vozpópuli. También habrá salidas mediante bajas incentivadas, aunque la cuantía todavía no se ha especificado. Por el momento, se descarta la recolocación de trabajadores de Banesto mediante traslados a nivel nacional o internacional. La opción queda abierta, sin embargo, de forma voluntaria.
Ni en el Santander ni en Banif, la divisón de banca privada que también será integrada, se ha concretado aún cómo se realizará el ajuste, más allá de la comunicación oficial de que se realizará mediante prejubilaciones, bajas incentivadas para evitar cualquier medida traumática o un ERE. De aplicarse la fórmula anunciada en Banesto, y según los cálculos de los sindicatos, sólo en el Santander habría una horquilla de entre 1.500 a 2.000 trabajadores mayores de 55 años, a lo largo de los dos próximos años. Por tanto, la mayor parte del ajuste de plantilla que supondrá la operación, en un entorno entre las 3.500 a 4.000 personas, se efectuaría vía prejubilaciones.
El primer contacto entre sindicatos y responsables laborables de Banesto se produjo en la jornada de ayer ante el clima de incertidumbre que ha generado la operación entre la plantilla de la filial. "Estamos teniendo un aluvión de consultas desde las oficinas para conocer más detalles del ajuste. En especial, sobre la nota oficial divulgada el pasado lunes en la que se ofrecía como posibilidad la recolocación en España o en cualquier división mundial. Este anuncio ha alertado mucho a la plantilla", coinciden desde los sindicatos mayoritarios en Banesto.
La horquilla de trabajadores mayores de 55 años en el Santander, a lo largo de los dos próximos años, oscila entre 1.500 a 2.000 empleados
Según el comunicado difundido por la entidad, "la disminución del número de empleados se producirá de manera progresiva y sin medidas traumáticas, mediante la recolocación en otras unidades del Grupo Santander, tanto en España como en el extranjero, la rotación anual de plantillas y bajas incentivadas".
En el Santander, sin embargo, el primer contacto se producirá hoy para determinar un calendario de negociación. Tanto en la matriz como en Banif no se comenzará a dialogar a fondo hasta el próximo enero. Lo mismo sucederá en Banesto. La siguiente reunión entre la representación sindical y el área de recursos laborales de la filial no se producirá hasta el próximo 8 de enero.
Esta pausa en las negociaciones contrasta con la celeridad que quiere darse al proceso de cierre de las 700 oficinas de todo el grupo motivado por la integración de Banesto. La intención de Boadilla es acometer este proceso con carácter inminente. No se descarta que se pudieran producir los primeros cierres de sucursales a lo largo del primer trimestre. Incluso, en algunos casos, durante enero próximo.
Madrid es donde se produce el mayor solapamiento de oficinas: 380 del Santander frente a 342 de Banesto
El mayor solapamiento de oficinas de Santander y Banesto se produce en la comunidad de Madrid. La matriz cuenta con 380 sucursales, mientras que la filial tiene 342 oficinas. En cuanto a los trabajadores, de la cifra de 5.000 empleados, algo menos de la mitad, alrededor de 2.200, pertenecen al banco todavía presidido por Antonio Basagoiti.
Con este ajuste interno de red, el Santander, ya con Banesto y Banif integrados, contará con una red de algo más de 3.950 oficinas en el territorio nacional. Según los planes de Boadilla, la fusión potenciará el negocio en pymes, aumentando el número de oficinas de empresas que actualmente tienen Banesto y Santander, y el segmento de banca privada premium. En este ámbito, el grupo es el líder del mercado nacional con un volumen gestionado por valor de 75.000 millones.