Dos de las mayores compañías españolas y más influyentes se verán las caras en los tribunales en diciembre. Bankia e Iberdrola ya están convocadas por el Juzgado número 89 de Madrid para exponer sus argumentos legales, dentro de la demanda de la eléctrica contra el banco por la salida a Bolsa. No es la mayor que afronta el grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri -reclama más dinero Grupo Villar Mir- ni fue la primera, pero sí es en la que el banco está poniendo toda la carne en el asador para derribar.
Esta reclamación, en la que Iberdrola exige el pago de 12,4 millones, es clave para Bankia porque fue la primera gran demanda de un inversor institucional que se hizo pública y arrastró a otras compañías a hacer lo mismo. Vozpópuli adelantó algunas de las siguientes demandas, como las de Meliá Hotels International, Grupo Villar Mir y Duro Felguera.
Junto a este hecho, en el banco nacionalizado se sienten heridos porque ambas empresas estuvieron ligadas durante muchos años, con un puesto en el consejo de Iberdrola por parte de Bancaja y después BFA, representado en la época de la salida a bolsa por José Luis Olivas.
Ésta será precisamente una las armas arrojadizas de Bankia contra Iberdrola. Los abogados de la entidad pondrán sobre la mesa del juez cómo pudieron no enterarse en la eléctrica del estado real de las cuentas del banco si el vicepresidente de Bankia tenía un asiento en su consejo.
Bankia usará la posición de Olivas en el consejo de la eléctrica y un informe interno de Iberdrola para tumbar la demanda de la eléctrica
También contraatacarán con un informe interno que la empresa presidida por José Ignacio Sánchez Galán elaboró en julio de 2011 para tomar la decisión de invertir en Bankia. Desde el banco sostienen que Iberdrola contaba con expertos en temas financieros e información extra al folleto de la salida a bolsa obtenida en el 'road show' de la Oferta Pública de Suscripción (OPS), que situaría a la eléctrica en un estatus muy distinto a los particulares. Este argumento es clave, porque enlaza con la sentencia del Tribunal Supremo de enero, que fijó que la salida a Bolsa fue inválida para los pequeños inversores, pero no para los institucionales porque contaban con más información.
Por su parte, Iberdrola, al igual que otros grandes inversores, sostendrá que si el folleto de la salida a bolsa estaba mal para los minoristas, también lo estaba para el resto de los inversores. En su demanda, la eléctrica defendía que "se hizo una representación equivocada de la situación económica y financiera de Bankia, incluyendo su solvencia, así como de los riesgos que, en consecuencia, entrañaba la inversión en las acciones de la demandada y de la posible rentabilidad que podría ofrecer". "El error es relevante y esencial" y "es evidente que un documento no es falso para unas personas y auténtico o verdadero para otras", añadía.
Tras la vista de diciembre, se espera que el juicio pueda celebrarse en el primer trimestre de 2017 y pueda haber una sentencia a mediados de año.
Los correos, un arma de doble filo
Junto a los argumentos anteriores, también se espera que irrumpan en el juicio los famosos correos internos del Banco de España. Cada una de las partes lo usará en su interés. Bankia, como ayer explicó su consejero delegado, José Sevilla, destacará que los emails demuestran que había provisiones genéricas en Bankia para afrontar los deterioros señalados por los peritos del caso Bankia: "Las provisiones son las que tenían que haber, 3.000 millones en genéricas, y para nosotros es lo importante", explicó el número dos de Bankia.
Por su parte, Iberdrola se aferrará a que los correos ponen de manifiesto lo que apuntaron los dos peritos -dos inspectores del Banco de España-, que la salida a Bolsa fue una operación irregular sobre la que tenían serias dudas los propios inspectores encargados de supervisar al banco en 2011.
El banco ha recibido cerca de 20 demandas nuevas en los últimos tres meses, hasta un total de 70, pero creen que las van a ganar
Sevilla actualizó este miércoles la cifra de demandas de institucionales recibidas, que ya ascienden a 70, tras recibir cerca de 20 en los últimos meses. Aun así, el número dos del grupo nacionalizado es optimista y cree que van a ganar todas las de grandes inversores: "Las sentencias de los últimos meses nos van dando la razón, recogiendo la doctrina del Supremo", expuso. Una de estas sentencias fue la de Porcelanosa, adelantada por este medio, en la que Bankia ganó una demanda del grupo valenciano, que reclamaba medio millón.