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Bankia quiere ser cazador, no presa: 'Debe haber cinco grandes bancos'

La entidad nacionalizada defiende que con la compra del Popular por parte de Santander ya no debe haber más fusiones entre grandes, que ya controlan el 72% del mercado español. Sin embargo, sí que ve necesidad de que las entidades medianas y pequeñas sean absorbidas. 

  • Sede de Bankia en Madrid.

Tras la venta de Banco Popular, las piezas del puzzle bancario se mueven. Y Bankia ha sido el primero en posicionarse ante el nuevo posible baile de fusiones: no debería haber más operaciones entre grandes, pero todo indica que las habrá entre las pequeñas entidades.

Así lo puso este miércoles sobre la mesa el presidente de la entidad nacionalizada, José Ignacio Goirigolzarri, en su intervención en las jornadas financieras organizadas por Apie, UIMP y BBVA. El banquero vasco dejó claro cuál es su postura: "Desde el punto de vista de la financiación y la concentración del riesgo, no veo una estructura en España con menos de cuatro o cinco grandes bancos". 

En Bankia son conscientes de que tras el salto cuantitativo de Santander, otros competidores podrían estar tentados a analizar operaciones similares, y el grupo nacionalizado podría ser un objetivo ante la necesidad de su principal accionista, el Frob, de vender en los próximos años. En este entorno, la fusión con BMN es un primer paso defensivo. Y Goirigolzarri no descarta nuevas compras, aunque prefiere ir "paso a paso", preguntado por si acudirá a la venta de Deutsche Bank España, cuya subasta ha arrancado según El Confidencial

Más allá de esta posible operación, en el mercado se ve a Bankia como un posible consolidador de grupos medianos de las antiguas cajas. Y, según el banquero vasco, muchas de estas entidades van a tener que acudir a "otro proceso de concentración" ante la obligación de cumplir con la regulación europea del colchón anticrisis, o Mrel.

Fusiones de cajas

Este colchón consiste en un nuevo requisito regulatorio que obligará a que las entidades europeas lleguen a un nivel de capital del 27% en los próximos años. Al contrario que el CET1, la nueva carga se puede rellenar con deuda, para lo que las entidades deberán salir al mercado de capitales. Y, según Goirigolzarri, muchas lo van a tener difícil: "Son títulos difíciles de colocar si no cotizas en bolsa, el Mrel puede implicar una concentración de las pequeñas". El banquero cree además que fusiones entre las pequeñas no solucionaría el problema.

El futuro de este grupo de entidades en el que se encuentran Unicaja, Ibercaja, Kutxabank, Abanca, Cajamar, las rurales y Liberbank (a pesar de que ya cotiza) pasa por el resultado de la salida a bolsa de la entidad malagueña, que esta semana ha comunicado que tiene cubierta toda la demanda dentro del rango de precios fijado.

De izda. a dcha.: Carlos Egea (BMN), Braulio Medel (Fundación Unicaja), Amado Franco (Fundación Ibercaja) y Manuel Menéndez (Liberbank).

La resolución de Banco Popular ha sido un mal precedente para estas cajas, ya que ha aumentado la desconfianza de los inversores institucionales hacia las emisiones de deuda computable para el Mrel. Liberbank ya lo vio reflejado en su cotización hasta que la CNMV prohibió las posiciones cortas.

A pesar de este mensaje, Goirigolzarri se mostró preocupado por la excesiva cuota de mercado que están acaparando los cinco grandes grupos, del 72% en España, frente al 42% que había al comienzo de la crisis, cuando en Francia, Alemania e Italia está entre el 31% y el 46%. "La reflexión que tenemos que tener es cuántos bancos nacionales tiene que haber en España. El número no implica competitividad, ya que ahora hay menos bancos pero la competencia sigue siendo extraordinaria", expone el presidente de Bankia.

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