Isidro Fainé extenderá su presidencia en Caixabank, de forma transitoria, al menos hasta que el Banco Central Europeo (BCE) no dé un visto bueno definitivo a su sustituto. Así se lo han confirmado a Vozpópuli diversas fuentes financieras conocedoras de la decisión del presidente de la entidad catalana, que sin embargo tras esta suerte de paréntesis seguirá adelante con su decisión de presidir la Fundación Bancaria La Caixa, matriz del banco, tal y como publicó Expansión. Fuentes oficiales no confirman esta información, y puntualizan que no es la que maneja la entidad de manera oficial.
La ley española de fundaciones bancarias, aprobada en diciembre de 2013 a instancia de las autoridades europeas, obliga a los primeros espadas de las antiguas cajas a ejercer sus cargos ejecutivos de manera exclusiva, por lo que no es posible compaginar la presidencia de la entidad financiera y de la fundación matriz. Toca decantarse por una presidencia de la matriz, alejados del negocio bancario, o ejercer una presidencia de tipo institucional del banco, dejando los poderes ejecutivos al consejero delegado, según el gusto del BCE. La fecha límite fijada por la normativa es el próximo 30 de junio.
Esta decisión implicaría a su vez la renuncia temporal a la presidencia de la Fundación Bancaria La Caixa, puesto que ocuparía también de forma transitoria otro alto cargo
Teóricamente, hay plazo hasta final de mes para que el BCE pueda confirmar la idoneidad del candidato a presidente propuesto por Caixabank; confirmación que de producirse podría desencadenar, también en teoría, un anuncio acelerado del relevo en la cúpula de Caixabank. Sin embargo, todo apunta a que la fecha se va a pasar, y el escaso margen de días que restan para llegar al plazo final hacen que Fainé ya descuente el ejercer la presidencia de la entidad catalana durante unos meses más. Esta decisión implicaría a su vez la renuncia temporal a la presidencia de la Fundación Bancaria La Caixa, puesto que ocuparía también de forma transitoria otro alto cargo de la misma.
La fundación, clave en el banco
La normativa de fundaciones bancarias impuesta por Bruselas supone la separación efectiva entre el negocio puramente bancario y las cajas o entidades sin ánimo de lucro que sean accionistas mayoritarias o de referencia de los mismos. El objetivo, evitar conflictos de intereses entre matriz y banco, y romper vínculos que puedan limitar el control del mercado a las entidades financieras en la zona euro.
Esta es la teoría, y si bien es cierto que Fainé perderá de forma directa el control ejecutivo sobre lo que ocurre en Caixabank, lo cierto es que seguirá ejerciendo desde la Fundación Bancaria un control indirecto de la entidad, toda vez que será quien controle su Consejo de Administración, toda vez que La Caixa es máximo accionista del banco.
Se le acumula el trabajo al BCE
Otra de las antiguas cajas afectadas por esta normativa, Unicaja Banco, ya resolvió la decisión de su presidente ejecutivo. Hace meses que el histórico Braulio Medel anunció su intención de presidir la fundación bancaria, y recientemente se ha decidido que será el actual vicepresidente, Manuel Azuaga, quien ejercerá la presidencia no ejecutiva de la entidad bancaria, tal y como informó en primicia Vozpópuli. En un caso similar al de Caixabank, el BCE está estudiando la idoneidad del nombre propuesto por Unicaja para el cargo de consejero ejecutivo.
Tal y como publicó este diario, el candidato de la entidad malagueña es un directivo que procede del sector de los mercados de valores. Expansión publicaba sin embargo este jueves que uno de los nombres que se barajaban era el de Ángel Rodríguez de Gracia, hombre de confianza de Medel y uno de los dos directores generales del banco, responsable de las áreas de Desarrollo Estratégico y Banca de Inversión.
