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El BCE pasa el 'cepillo': cobra hasta 28 millones de euros a la banca española por supervisarla cada año

El Banco Central Europeo ha cobrado 277,1 millones de euros a las entidades financieras por someterse a la supervisión del organismo único. Los 14 grupos bancarios españoles considerados de un tamaño "significativo" han tenido que afrontar tasas de entre 700.000 y 2 millones de euros.

  • Sede del Banco Central Europeo, en Fráncfort.

Para la banca europea, el primer año de supervisión bajo el paraguas del Banco Central Europeo (BCE) ha supuesto un gasto extra de hasta 296 millones de euros en concepto de "tasas exigidas a las entidades" por estar sometidas precisamente al control del mecanismo único, que entró en funcionamiento a finales de 2014. De esta cantidad, 264,1 millones los han pagado las entidades financieras de un cierto tamaño "significativo", y los 31,9 millones restantes las de menor tamaño, según datos recogidos en el Informe Anual publicado esta misma semana por el BCE. 

El BCE impone una tasa por su supervisión "para cubrir los gastos que en que incurra en relación con sus funciones"

El BCE impone una tasa por su supervisión "para cubrir los gastos que en que incurra en relación con sus funciones", tal y como explica el propio organismo, quien ha obtenido un superávit de 18,9 millones de euros debido a que ha exigido unas tasas mayores que los gastos finalmente incurridos. Dichas tasas anuales se situaron entre los 700.000 y los 2 millones de euros el pasado año para más de la mitad de las grandes entidades "significativas".

Aunque el supervisor no desglosa las cantidades por países, las entidades españolas "significativas" bajo el paraguas del BCE, 14 tras la fusión de Catalunya Banc con BBVA, habrían pagado un mínimo de 10 millones y hasta 28 millones de euros en concepto de tasas de supervisión, en función de las cantidades estipuladas para cada entidad.

Los gastos se disparan

Con la entrada en vigor, a finales de 2014, del mecanismo único de supervisión (MUS), se dispararon los gastos del BCE asociados a la vigilancia del sistema bancario europeo. El informe anual muestra que los gastos operativos (salarios, alquileres, suministros...) se duplicaron en el último año, pasando de los 156,9 millones de 2014 a los 277,1 millones incurridos en realidad. Así, la partida de salarios y prestaciones para los empleados se disparó y pasó de 68,9 millones a más de 141,3 millones en 2015.

Tal y como reconoce el propio BCE, cabe esperar que en 2016 la partida correspondiente a los salarios vuelva a crecer notablemente, toda vez que la previsión del organismo supervisor es reforzar precisamente esta división. El plan de la institución dirigida por Daniele Nouy incorporará a 160 nuevos inspectores para agilizar el análisis y control de las entidades financieras. Se pasará así a una plantilla de casi un millar de inspectores, encargados de vigilar a 120 grupos bancarios.

Una sanción en todo el año

El BCE, pese a que tuvo que gestionar 79 denuncias por infracciones en 2015 (de las que 51 estaban relacionadas con la inspección) terminó el año con solo un procedimiento sancionador iniciado. Además, el propio Banco Central Europeo remitió dos solicitudes formales a bancos centrales nacionales para abrir sus propios procedimientos sancionadores "en el ámbito de sus competencias nacionales".

"Estas presuntas infracciones, que están siendo investigadas, están relacionadas con la gobernanza, los grandes riesgos, los requerimientos de capital, la divulgación pública de información y las obligaciones de presentación de información", señala el BCE, que evita dar más detalles concretos respecto de las irregularidades sancionadas contra la banca europea.

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