La banca de inversión se frota las manos tras la venta del ladrillo de Banco Popular a Blackstone, la mayor operación inmobiliaria de la historia en España. Esta transacción tiene innumerables ramificaciones, con las que bancos españoles y extranjeros van a hacer grandes negocios.
Tras el cierre parcial de la adquisición (el pacto definitivo se espera para el primer trimestre de 2018), el siguiente gran paso es buscar la financiación. Blackstone se ha comprometido a pagar unos 5.100 millones de euros por el 51% del ladrillo del Popular, tasado a valor bruto en 30.000 millones. Se espera que Blackstone destine a la adquisición entre 1.000 y 1.300 millones del dinero de su fondo Real Estate Partners Europe Fund V. Para conseguir los otros 3.800-4.100 millones, acudirá al mercado para captar deuda. Se espera un reparto del 75/25 deuda/capital en la operación, según la publicación Real Estate Capital.
Este tipo de estructura es habitual entre fondos como Blackstone. Recurren al endeudamiento para multiplicar la rentabilidad de sus adquisiciones. Estos inversores buscan retornos del 20% al año, algo que es más sencillo invirtiendo 1.000 millones que 5.000.
Esta financiación será una de las mayores de final de año en España. Así, a la espera de lo que ocurra con la opa de Atlantia sobre Abertis, ésta es por el momento la mayor operación del año para la banca de inversión.
El papel de Morgan Stanley
Fuentes financieras consultadas por Vozpópuli señalan que junto al mandato de venta, Morgan Stanley ha venido trabajando para posicionarse como entidad agente de la emisión en la financiación. Este papel clave haría que el banco de inversión norteamericano tuviera casi hecho el año gracias al acuerdo Santander-Popular-Blackstone. Uno de los bancos de inversión con los que compite es Credit Suisse, una de las entidades con las que el fondo trabaja frecuentemente.
Las mismas fuentes señalan que Santander ha descartado acudir a esta ronda de financiación. Al ya tener un 49% de la nueva sociedad del ladrillo del Popular, elevar su exposición a través de bonos o créditos podría suponer que el BCE no le dejara desconsolidarla. En otras operaciones, como la venta de Altamira, el banco presidido por Botín sí que dio financiación al comprador.
JLL e Irea han asesorado a Blackstone en la operación; Morgan Stanley y Uría, a Santander
En el mercado todavía no está claro qué estructura de financiación va a tener la compra de Blackstone. Este tipo de operaciones suele resolverse con dos emisiones, una senior (de mayor calidad) y una junior (con mayor riesgo).
Otro de los asesores más arraigados del fondo norteamericano es Renta 4 -junto a Credit Suisse-, con quien ha colocado sus tres socimis en España: Corona, Fidere y Albirana. Blackstone ha sido asesorado en esta operación por JLL e Irea. Mientras, Santander se ha rodeado de Morgan Stanley y Uría Menéndez.