El parqué español presenta su aspecto más especulativo de los últimos tiempos. La cuarta parte de los valores que cotizan en el Mercado Continuo presentan un precio inferior al euro por acción, un umbral que tanto los expertos como numerosos inversores institucionales tienen marcado en rojo como un límite que no debe cruzarse.
Los “bolseros” consideran que por debajo de la unidad es más sencillo para los especuladores mover a su antojo los valores, especialmente aquéllos que cuentan con escasa liquidez debido a su tamaño o al poco capital flotante con el que cuentan.
De hecho, numerosos inversores institucionales, especialmente fondos de inversión y de pensiones, cuentan entre sus normas internas con las de no invertir en valores que coticen por debajo de un euro debido a su carácter especulativo. “Cuanto menor es el precio, más margen se gana por cada céntimo que la acción sube o baja, con lo que se da el caldo de cultivo ideal para los especuladores”, asegura un operador de bolsa que no desea ser citado.
Bien es cierto que entre los valores que cotizan por debajo de un euro no hay ninguno que, actualmente, tenga más de 1.000 millones de euros de capitalización bursátil. Pero no es menos verdadero que el valor número 31, aquel que está justo por encima de la referencia del euro, es Bankia, con una capitalización por encima de los 2.000 millones de euros. De hecho, la entidad financiera ha llegado a cotizar por debajo del euro y que algún banco de inversión tiene un precio objetivo para Bankia en el entorno de 0,5 euros.
Compañías inmobiliarias
Entre los valores que se encuentran en esta situación destacan las compañías inmobiliarias, que comparten características tales como un escaso capital flotante, control por parte de los bancos acreedores y escasa liquidez. Aun así, Metrovacesa, que se ha disparado en las últimas dos sesiones, es la de mayor tamaño del grupo, con una capitalización superior a los 600 millones de euros.
Precisamente, las compañías del sector inmobiliario han protagonizado en los últimos días notables alzas, provocadas en la mayoría de los casos, por movimientos especulativos, que no deben mover un número significativo de acciones para provocar un brusco movimiento en las cotizaciones.
En Wall Street, aquellos valores que pierden la referencia del dólar por acción inician los trámites para ser excluidos del mercado, precisamente como mecanismo de defensa para el pequeño inversor.