El cambio de manos del Edificio España, uno de los inmuebles más emblemáticos de Madrid, entra en fase de suspense. Trinitario Casanova, el empresario que alcanzó un acuerdo con el propietario del rascacielos, el holding chino Wanda, para su adquisición no pudo cerrarla en el plazo previsto en dicho pacto, que vencía el pasado 15 de octubre. Casanova ha pedido más tiempo al grupo controlado por el multimillonario Wang Jianlin y, por el momento, lo ha conseguido, aunque no se sabe adónde llegará la paciencia de los chinos.
Mientras, Baraka, el grupo de Casanova, trabaja a marchas forzadas para lograr la liquidez necesaria para poder abordar la operación, acordada a finales del pasado mes de junio por un precio de 272 millones de euros. Fuentes financieras señalan que Casanova no ha llamado a las puertas de los bancos en busca de financiación puesto que pretendía abordar el grueso de la inversión con fondos propios.
Sin embargo, los planes no terminan de salirle al empresario, que ha protagonizado algunas de las operaciones inmobiliarias más sonadas en el centro de Madrid.
Apenas una semana antes de que venciera el citado plazo, con motivo de su presencia en el acto de presentación de proyectos para la remodelación de la Plaza de España, donde se ubica el inmueble, Trinitario Casanova aseguró ante los medios de comunicación que estaba ultimando los detalles del acuerdo con Wanda para cerrarlo en la fecha prevista. Al mismo tiempo, también indicó que tenía muy avanzadas las negociaciones con Hard Rock para que se convierta en el operador del hotel que pretende instalar en el rascacielos.
Negocia vender activos
Una respuesta que, más de 20 días después, coincide con la versión oficial facilitada por Baraka tras la consulta de este diario. “Está todo cerrado. Se está ultimando la negociación con Hard Rock y las obras comienzan a principios de 2017”.
No obstante, fuentes próximas a la operación señalan que las negociaciones entre las partes prosiguen en estos días. Ni mucho menos la dan por perdida pero sí admiten que no todo está saliendo como estaba previsto en principio. “Todavía están en ello”, se limitan a responder.
Mientras, fuentes del sector inmobiliario señalan que Trinitario Casanova está manteniendo durante los últimos días numerosas reuniones en Madrid con el fin de cerrar operaciones relacionadas con ventas de activos con el fin de obtener la liquidez necesaria para poder armar la financiación del proyecto.
De acuerdo con las citadas informaciones, el empresario murciano sí buscaría ahora el apoyo de los bancos, al menos para poder cubrir una parte del coste de la adquisición. Cuestión aparte será el monto de la reforma que tendrá que llevar a cabo, cuyos trabajos pretende iniciar a comienzos de año.
Wanda, sin prisas
Los planes de Wanda, que también trabajaba para levantar un negocio hotelero y comercial en el Edificio España, incluían una inversión superior a los 700 millones de euros. El holding de Wang Jianlin, que también posee en España el 20% del capital del Club Atlético de Madrid, abonó 265 millones al Santander a mediados de 2014 por el rascacielos.
Posteriormente, las discrepancias con el Ayuntamiento de Madrid a la hora de abordar la reforma del inmueble, en franca situación de deterioro, llevaron a Wanda a tomar la decisión de abandonar su proyecto y poner a la venta el inmueble.
En cualquier caso, el holding chino no tiene ninguna prisa por colocarlo en el mercado, una circunstancia que ha contribuido a que haya tomado la decisión de conceder una prórroga a Baraka para que pueda cerrar la operación. A día de hoy, el Edificio España sigue siendo propiedad de Wanda.