Telefónica ha aparcado sus planes de sacar a Bolsa parte del capital de O2, de acuerdo a fuentes financieras consultadas este jueves por Vozpópuli. La multinacional española considera que dispone de los recursos suficientes para reducir deuda sin recurrir a una venta acelerada de activos y que el Brexit genera todavía incertidumbres sobre el comportamiento del mercado británico.
De forma indirecta, el presidente de la operadora española, José María Álvarez-Pallete, se refirió ayer a esta postura en la conferencia con analistas que mantuvo tras la presentación de los resultados del grupo hasta septiembre, al remarcar que Telefónica puede reducir su endeudamiento con crecimiento orgánico y sin depender de “factores externos”. El primer ejecutivo de Telefónica aseguró a los analistas que en los tres últimos meses el equipo directivo ha trabajado en un plan de negocio para los tres próximos años e insistió en que el grupo puede reducir el endeudamiento basándose en el crecimiento orgánico.
En Londres, también este jueves, el consejero delegado de O2, Mark Evans, declaró que la OPV de la compañía “no está comprometida”, aunque la empresa esté preparada para ello. El ejecutivo se refirió además a la depreciación de la libra respecto al euro, un 20% desde que los británicos decidieran, el 23 de junio, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, como uno de los factores que invitan a pensarse dos veces la operación. En declaraciones recogidas por The Guardian, Evans, tras la presentación de resultados de O2, dijo que la compañía “tiene que estar preparada por si se dieran las condiciones adecuadas del mercado; se valorará entonces”. Y añadió que la OPV es una “de las muchas opciones que el grupo [Telefónica] va a mirar para reducir su endeudamiento”. En 2017 “decidiremos si lo correcto es seguir adelante con la OPV. Las condiciones del mercado, aunque no será el único factor a tener en cuenta, serán importantes”, manifestó.
La última referencia que Telefónica hizo sobre sus planes de venta a través de una OPV de O2 fue en un folleto publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores la pasada semana. “En el marco del plan de desinversión de activos selectivos para acelerar el desapalancamiento, la compañía está analizando distintas alternativas estratégicas respecto a su filial en Reino Unido, todas ellas manteniendo Telefónica la mayoría accionarial, y entre las que se incluye una posible Oferta Pública de Venta de acciones”, explicaba el grupo español. “Si este proceso de desinversión no llegara a completarse, o se demorara en el tiempo, podría afectar al ritmo de desapalancamiento establecido, así como dificultar el acceso a los mercados de crédito por parte de Telefónica (…)”, advertía. Pero añadía que la compañía “cuenta con activos suficientes para abordar otros planes alternativos de desinversión”.
Tras el intento fallido de Telxius, Telefónica no quiere exponerse de nuevo a que el mercado le exija malvender activos
Telefónica acordó la venta de O2 al grupo chino Hutchison el pasado año, valorada en 13.000 millones de euros, pero la Comisión Europea vetó la operación en mayo. La venta se enmarcaba en el objetivo del grupo español de reducir su deuda, que el pasado mes de junio alcanzó los 52.568 millones de euros. Sin embargo, sin haber llevado a cabo tampoco la prevista salida a Bolsa de su filial Telxius, Telefónica ha reducido la deuda entre junio y septiembre hasta los 49.984 millones. La decisión de reducir el dividendo este y el próximo ejercicio, anunciada este jueves, también servirán para que la compañía contenga el endeudamiento.
El intento fallido de Telxius es clave en la decisión de aparcar la salida a Bolsa de O2, a pesar de que Telefónica ya tiene contratados a los asesores para esta operación: Barclays, UBS y Morgan Stanley. El temor que hay en la operadora es que el mercado vuelva a percibir que es un vendedor obligado, y le exija descuentos extra en la colocación.
Por este motivo, la decisión de recortar el dividendo fue ayer aplaudida por uno de sus principales accionistas, BBVA. Su consejero delegado, Carlos Torres, afirmó en la presentación de resultados del banco que "es lo que tenía que hacer la compañía en este momento. Hemos apoyado la medida en el consejo, porque no tenía sentido vender activos sin el valor adecuado".