Empresas

Casi un tercio de las empresas exportadoras españolas están utilizando ya la Inteligencia Artificial

Según el Club de Exportadores e Inversores Españoles

  • Antonio Bonet, presidente del Club de Exportadores

Una amplia encuesta que ha realizado una gran consultora internacional muestra que el 30% de las empresas encuestadas están integrando en su estrategia la IA para mejorar su propuesta de valor, un 27% está aprovechando la IA para el incremento de sus ventas, el desarrollo de nuevos negocios con un 23%, frente al 19% que se focaliza en la reducción de costes.”

Esta es una de las conclusiones de la Nota titulada 'La inteligencia artificial y la estrategia internacional de las empresas de servicios', elaborada por Fernando Laviña-Richi (Digital Trade Manager de IMEX), para el Club de Exportadores e Inversores Españoles, en la que resume las posibilidades que la Inteligencia Artificial (IA) ofrece para la internacionalización de las empresas, y singularmente las de servicios.

Según Laviña-Richi, las empresas están comenzando a aplicar la Inteligencia Artificial en: Marketing y ventas, con elaboración de contenidos personalizados y creación de asistentes adaptados a negocios específicos; Operaciones, con una organización más eficiente del trabajo reduciendo tiempos y costes; Tecnologías de la información y riesgos y Asuntos Jurídicos, donde la IA permite respuestas a preguntas complejas y la extracción de grandes cantidades de documentación jurídica.

“Dado que la Inteligencia Artificial permite que una máquina sustituya parcialmente el trabajo que realizan trabajadores cualificados, esto puede suponer una sustancial reducción de costes, mayor rapidez en la realización de trabajos y una reducción significativa de las barreras de entrada en nuevos nichos para empresas de servicios intensivos en conocimiento”.

Entre las estrategias recomendadas, la primera y principal es que se abren posibilidades para los exportadores de ofertar nuevos servicios, y para conseguir aumentos de la productividad, reducción de costes e incremento de la velocidad a la que se producen y distribuyen esos servicios.

La segunda recomendación estratégica es cautela. La tecnología de IA está aún en fases iniciales y su uso puede presentar riesgos para las empresas, tanto porque la tecnología específica que utilicen pueda quedar obsoleta, como por los riesgos reputacionales y legales que pueda implicar su uso.

La tercera recomendación es que los exportadores de servicios deberían destinar recursos internos a hacer un seguimiento estrecho de los avances que se están produciendo.

Una cuarta recomendación, para las pymes que quieran empezar su internacionalización, es que las herramientas y tecnología de la IA pueden ayudarles a superar más fácilmente las barreras tradicionales que una pyme encuentra en los primeros pasos de su activida internacional: información, idiomas, falta de preparación técnica, equipo insuficiente, etc.

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