El grupo CNA, controlado por Jorge Parladé, ha vuelto a hacer de las suyas y ha ordenado detener este martes "el grueso de la producción" de las plantas que integran Fagor-CNA, una decisión que afecta al área de lavadoras y cocción de su planta de Garagarza en Mondragón (Gipúzcoa), a la de Edesa-Basauri (Vizcaya) y a parte de Geyser, también ubicada en Garagarza. La dirección ha comunicado a los trabajadores la imposibilidad de proseguir con la producción en estas áreas por la falta de suministro de componentes para la fabricación de electrodomésticos.
El Grupo catalán, propietario de Fagor-CNA, presentó hace diez días, en los juzgados de San Sebastián, preconcurso de acreedores por la imposibilidad de atender una deuda de 100 millones de euros. Según han manifestado a Radio Euskadi un integrante de LAB en el comité de empresa, este pasado lunes la dirección comunicó a los sindicatos que se iba a proceder a parar "la mayoría" de la producción de las plantas de Fagor-CNA y horas más tarde, informó a los trabajadores en asamblea.
En concreto, se ha paralizado la producción de cocción -que se ha sumado a lavado, sin funcionar hace tiempo- así como la de termos en Basauri. Se mantiene en marcha la planta de mini-domésticos de Eskoriatza, y parcialmente la de calentadores Geyser, ubicada en Garagarza. "El grueso de la producción, lavado y cocción, queda paralizado", ha asegurado.
El comité ha admitido que Fagor-CNA "arrastraba" ya "problemas" de suministro de componentes por los problemas de liquidez, y ahora la dirección ha comunicado que "ya no se puede abordar el suministro de componentes para la fabricación de electrodomésticos".
"Es un problema de suministro de componentes por parte de los proveedores, que no sirven por la falta de pago por parte de la empresa", ha explicado. El comité ha pedido a la dirección que ofrezca a los trabajadores una fecha para reanudar la producción, sin que haya podido establecer un plazo.
El comité ha recordado que ya existía un ERE de suspensión sobre parte de la plantilla, y se ha extendido al conjunto de los trabajadores. Además, con posterioridad, la empresa ha propuesto un ERE de extinción para la plantilla asociada a lavado.
"No entendemos que habiendo un ERE de suspensión, que pueden activar hasta finales de octubre, sin agotar ese plazo se metan en un ERE de extinción", ha añadido. Por ello, consideran que los acontecimientos responden "a algo más profundo, a un plan que llaman de viabilidad" pero que los sindicatos dicen "desconocer". "Se habla de la entrada de un inversor, de varias cuestiones", ha dicho.