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Más de 9.000 km para comprar bolsos de lujo: "A los chinos no les importa lo que piensen de ellos"

Los comercios españoles, fundamentalmente de Madrid, Barcelona, Marbella, Ibiza y Mallorca, se frotan las manos con el consumidor chino. Y no es para menos, viajan a España sólo para comprar. Además, el 56% asegura que volverá para gastar aún más.

  • El mercado del lujo en España mueve 5.400 millones de euros al año

Compras, compras y más compras. Los chinos viajan para comprar. Poco importan los más de 9.000 kilómetros que separan Pekín de Madrid en avión o los 8.200 hasta París. Es su actividad de ocio preferida. Y España, fundamentalmente Madrid, Barcelona, Marbella, Mallorca e Ibiza, "un diamante en bruto" para los turistas del gigante asiático, sobre todo en lo referente al mercado de lujo, que cada año mueve 5.400 millones de euros, con un ritmo de crecimiento del 7 por ciento.

"Actualmente 300.000 turistas chinos visitan nuestro país y su principal actividad es irse de compras, muy por encima de otras actividades como las visitas a museos o monumentos", aseguraba esta semana el director general de la consultora Nielsen en España, Gustavo Núñez. La voracidad en la compra de productos de lujo contrasta, sin embargo, con el hecho de que los chinos llegan a nuestro país con "la lista de la compra" ya preparada.

El chino es gastador y planificador casi en la misma proporción. Se trata de un viajero asiduo, planea realizar tres viajes a un año vista y además, es muy proclive a regresar a destinos donde ya ha estado y lo que es más importante, donde ya ha comprado. Es un turista gastador porque este regreso está marcado por un mayor afán de gasto: el 56% de los chinos tiene previsto desembolsar aún más dinero en su próxima visita, frente al 46% que en principio, tiene pensado derrochar lo mismo.

"A las nuevas generaciones de compradores chinos no les importa tanto lo que opinen de ellos", según Nielsen

Y es planificador porque nueve de cada diez aterriza sabiendo de antemano qué es lo que va a comprar, de qué marca y en qué tienda. Según el estudio de la consultora Nielsen "Lujo: la nueva ruta de la seda", la fotografía del cliente chino más acertada es la que dibuja a "un comprador racional y nada compulsivo, que sabe antes de viajar lo que quiere comprar".

En su lista de la compra de artículos de lujo, los bolsos y los zapatos ocupan el lugar más destacado, en tanto siete de cada diez consumidores chinos tienen previsto adquirir alguno de estos accesorios. La moda es otra de las compras estrella para el 64%, prácticamente al mismo nivel que los artículos de belleza y los tratamientos exclusivos. Además, la mitad de estos compradores tiene pensado volver a China con relojes y joyas de nivel mientras que los que optan por llenar sus maletas con productos de nuestra gastronomía como los vinos caen hasta el 30%.

"Quieren ser diferentes"

Con estas premisas, Nielsen advierte de que uno de los objetivos para las empresas españolas es "intentar posicionarse en ese imaginario exclusivo del comprador chino". "El turista chino actual entiende como lujo los productos únicos hechos a mano, la alta calidad con diseños exclusivos y que detrás de cada producto haya una historia, una tradición y una herencia", subrayó el responsable de la división de lujo de la consultora, Ricardo Alcón, destacando la bajada de la cotización del euro respecto al yuan como una oportunidad para el mercado español. El cliente chino no compra lujo a discreción, busca llevarse de vuelta a su país una experiencia única.

Asimismo, se trata de un consumidor con un marcado gusto por lo sutil que ya no busca tanto el reconocimiento social. Prefiere productos más discretos y sólo un 17% afirma comprar lujo para mostrar su estatus dentro de la sociedad. Ahora, a las nuevas generaciones de compradores "no les importa tanto lo que los demás opinen de ellos, quieren ser diferentes", zanjan desde Nielsen. En este sentido, cada vez cobra más significado la auto-recompensa. Cuatro de cada diez dicen darse "el capricho" porque consideran abiertamente que se lo merecen.

Alrededor de un tercio de los productos de lujo en España lo adquieren turistas extranjeros

302 millones de compradores online

Además de gastador y planificador, el chino es un cliente permanentemente conectado, que consume indistintamente 'online' y 'offline'. Hay un total de 632 millones de personas que navegan por Internet, de los que 302 millones son compradores online y, además, muy activos, pues cada año se producen 1,85 trillones de transacciones en la red. El smartphone desempeña un papel fundamental en todo este proceso, incluso en la parte final de la transacción, pues un 48% ya compra a través de este dispositivo.

Todo ello crea un caldo de cultivo para que emerja el denominado eLujo, es decir, el comercio electrónico de productos exclusivos. En el caso de los chinos, un abrumador 90% planea comprar productos de lujo online a corto plazo. ¿Tomará nota España? Según Nielsen, "nuestro país debe ser capaz de atender a este tipo de turismo con una coordinación adecuada entre los organismos oficiales y las diferentes marcas para lograr posicionar a las ciudades españolas a la altura de otras ciudades europeas de referencia para el lujo como Londres, París o Milán".

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