El ecommerce o comercio digital vive un momento de auge. La crisis económica ha propiciado que numerosos emprendedores hayan decidido pasar a la acción y montar su negocio utilizando las ventajas que ofrece internet. La posibilidad de establecer un trato directo y más cercano con sus potenciales clientes, la eliminación en muchos casos de intermediarios en el proceso de distribución y la capacidad de controlar casi todos los aspectos relacionados con la venta de los productos o servicios ha provocado un boom en el negocio digital.
Pero a pesar de que una empresa digital reduce una parte importante de los costes, al no tener que disponer por ejemplo de un emplazamiento físico para la tienda, son numerosos los emprendedores que terminan por darse cuenta de que no todo es tan sencillo como parece al principio.
La Unión Europea ha regulado sobre la geolocalización de las tiendas online para que no se puede evitar el bloqueo de cualquier país miembro.
Aunque son muchas las ventajas de llevar a la práctica una idea original, también es cierto que hay numerosos aspectos que rodean el ecommerce desconocidos o que pasan desapercibidos para quienes deciden dar el salto a la Red. Cuestiones como la responsabilidad que asume el emprendedor durante el proceso de entrega del producto, su posible devolución en el caso de que el usuario finalmente no lo quiera, la propiedad intelectual de fotografías o textos que se puedan insertar en la página web, la forma de pago, la protección de datos de los clientes... En definitiva, aspectos que se deben tener en cuenta para culminar con éxito la puesta en marcha del proyecto.
Hay otros elementos que condicionan la estructura de la página web, cuyo diseño también requiere a su vez un estudio detallado sobre qué uso va a tener por parte de los usuarios. Actualmente existen diversas empresas en el mercado como 1and1 que facilitan esta puesta a punto de la página web. Es decir, desde cómo se va canalizar de forma adecuada una visita a la web en una conversión de venta del producto, en qué servidor se va a alojar la página web, con qué medidas de seguridad va a contar para evitar la entrada de 'piratas' informáticos.
Hay que tener en cuenta que la globalidad que se puede conseguir con un negocio digital también propicia una serie de condicionantes. Por ejemplo, la Unión Europea ha regulado sobre la geolocalización de las tiendas online para que no se puede evitar el bloqueo de cualquier país miembro. De esta forma, todos los ecommerce están obligados a facilitar el acceso de cualquier ciudadano de la UE a los servicios y productos que oferte un negocio digital para que no se produzcan situaciones de discriminación.
Lo mejor para culminar con éxito la puesta en marcha de un negocio digital es contar con asesoramiento especializado, tanto legal como empresarial, que se puede obtener de las distintas administraciones y cámaras de comercio.