Frenazo de la obra pública. Esta es una de las consecuencias de la llegada de nuevos equipos de gobierno a las Comunidades Autónomas y grandes Ayuntamientos tras las elecciones del pasado 24 de mayo. Las cifras de licitaciones de estas administraciones confirman los temores que diversas patronales relacionadas con el sector constructor han manifestado en las últimas semanas, especialmente en Madrid. Pero no es, ni mucho menos, el único caso.
De hecho, la licitación de obra pública en el conjunto de Comunidades Autónomas que celebraron elecciones en mayo descendió un 63% durante el segundo semestre de 2015 respecto de los primeros seis meses del año, cuando aún mandaban los anteriores gobiernos. Una brecha entre semestres que no es nada habitual. El ejemplo es el dato correspondiente a 2014. Por entonces, esas mismas Administraciones licitaron desde julio a diciembre un 31% más que durante los seis primeros meses del ejercicio.
El notable recorte también es palpable en los Ayuntamientos de las capitales de provincia, que también experimentaron cambios de signo en sus respectivas corporaciones municipales. La licitación en obra pública agregada del segundo semestre fue un 58% inferior a la que se registró en el primero. En 2014, los grandes Ayuntamientos licitaron un 25% más en la segunda mitad del año.
En algunas Comunidades Autónomas el parón licitador ha sido radical. Según datos de la patronal de grandes constructoras Seopan, Canarias licitó un 91% menos en el segundo semestre de 2015 en relación con el primero. La comparativa se sitúa en el 89% para Asturias y por encima del 83% para Navarra, La Rioja y Comunidad Valenciana.
En todas ellas ha habido un cambio signo político en sus ejecutivos regionales. Canarias ha pasado de un gobierno del PP a uno de Coalición Canaria en alianza con el PSOE. Precisamente, los socialistas tomaron, con el apoyo de Izquierda Unida, el relevo de Foro Asturias en el Principado. Navarra pasó de estar gobernada por UPN a un Ejecutivo liderado por Geroa Bai y sostenido por Podemos y Bildu. En la Comunidad Valenciana, el PP cedió el testigo al PSOE, que cuenta con el apoyo de Compromís y Podemos.
A más cambios, más parón
Mientras, en La Rioja, el PP ha mantenido el poder pero ha precisado del apoyo de Ciudadanos. Un caso similar al de la Comunidad de Madrid, donde también se ha registrado un fuerte recorte de la licitación pública en la segunda mitad de 2015, en concreto de un 46%.
La Región de Murcia ha sido la única Comunidad Autónoma que ha registrado un incremento en la licitación de obra pública durante la segunda mitad del año, algo más de un 13%, de acuerdo con estos datos. En esta administración, el PP ha mantenido el poder aunque ha precisado del apoyo de Ciudadanos; lo mismo ha sucedido en Castilla y León, donde las cifras de licitación han descendido un 20% en la segunda parte de 2015, cifra muy inferior a la media.
Los números también contrastan con los registrados en aquellas Comunidades en las que no se han celebrado elecciones en 2015. Así, el descenso de la licitación durante el segundo semestre en Galicia ha sido del 25% y del 37% en Andalucía. En Cataluña, donde hubo comicios en septiembre pero el nuevo Ejecutivo no se conformó hasta los primeros días de 2016, el descenso fue en torno al 30%.
Las alarmas encendidas en Madrid
Estos registros apuntan a un claro frenazo de la actividad constructora en estos territorios durante los próximos meses debido a la caída en picado de las licitaciones. En Madrid, la situación es aún más delicada, toda vez que las nuevas administraciones no sólo están recortando de forma notable los nuevos contratos sino que, además, han paralizado algunos de los proyectos más significativos.
De hecho, el presidente de la patronal Confederación Nacional de la Construcción, Juan Lazcano, señaló hace algunos días que en aquellos Ayuntamientos en los que gobierna Podemos se están paralizando inversiones ya programadas.
Sin embargo, las cifras apuntan a que la tendencia no es tan aislada ni tan atribuible a una determinada formación política. La inquietud en el sector constructor va en aumento, toda vez que no parece que el escenario vaya a cambiar de forma radical en los próximos meses. Las cifras del último trimestre de 2014 y la primera mitad de 2015 apuntaban a un incremento de la actividad que se ha desvanecido a la misma velocidad, lo que alimenta la idea de una recuperación en falso para la construcción en España.
