Los célebres sobrecostes que han protagonizado el desarrollo de las grandes infraestructuras en España se han trasladado a Oriente Medio, concretamente al proyecto de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina, cuyo principal contrato se adjudicó el consorcio español Al-Shoula. El Gobierno local ha admitido que el coste de las obras se ha ido más de 6.000 millones de euros por encima de lo presupuestado inicialmente.
El ministro saudí de Transportes, Mohammed Al-Muqbel, aseguró en una entrevista concedida a un periódico local que el coste total del AVE a La Meca será de 63.000 millones de riyals (unos 16.200 millones de euros al cambio). El presupuesto inicial del Gobierno saudí rondaba los 10.000 millones al cambio.
Por una vez, el problema no son los retrasos en las obras. Al contrario, Al-Muqbel señala en la entrevista que actualmente los trabajos marchan según lo previsto en el calendario establecido para recuperar el tiempo perdido. Incluso, el ministro de Transportes desmiente algunos rumores que apuntaban a que las obras en algunos puntos del trazado marchaban con retraso.
Sin embargo, no sucede lo mismo con los costes, que se han disparado y han provocado un fuerte enfrentamiento entre el Ministerio de Transportes y los responsables del área económica, que tratan de minimizar los efectos de la caída de los precios del petróleo para la economía local. No obstante, las consecuencias de la evolución del crudo no llegarán, en principio, al denominado AVE de los Peregrinos.
Más personal para evitar retrasos
Es más, Al-Muqbel apunta en la entrevista que ha solicitado a los contratistas que refuercen sus recursos, tanto los humanos como los tecnológicos, para evitar posibles nuevos retrasos, todo con el fin de que la línea en su conjunto entre en servicio en la fecha prevista, esto es, a finales de 2016. Previamente, podría abrirse al tráfico el tramo entre Medina y Rabigh.H
ace unos meses, Al-Muqbel solicitó al consorcio que acelerara lo máximo posible el ritmo de los trabajos para poder iniciar cuanto antes los ensayos sobre vías, incluso aunque esto supusiera tener que establecer turnos para trabajar las 24 horas.
El compromiso del consorcio, integrado entre otros por Renfe, Adif, Ineco, Talgo, Cobra y OHL, contribuyó a eliminar las fricciones con el ministro, que desde su llegada al Gobierno, a finales del año pasado, no paró de amenazar al grupo de empresa con la rescisión del contrato a causa de los retrasos acumulados.
Ahora el problema no es de tiempos pero sí de dinero. Los sobrecostes del 60% en que ha incurrido el proyecto amenazan con volver a tensar las relaciones entre el Gobierno saudí y el contratista. En la entrevista, Al-Muqbel no hace referencia al hecho de que los costes se hayan disparado respecto a lo presupuestado. Incluso, hace alusión a que casi el 70% de la inversión se recuperará en los 12 primeros años de operativa de la línea, que también será ejecutada por el consorcio.