Corporación Financiera Alba, la sociedad de cartera de Banca March, volvió a mover ficha ayer en ACS al comunicar que había colocado en el mercado un paquete de acciones del grupo constructor y de servicios equivalente al 1% de su capital. El movimiento fue prácticamente idéntico al que realizó Alba el pasado mes de mayo cuando también colocó un 1% de ACS aprovechando que la compañía que preside Florentino Pérez superó los 22 euros por acción en bolsa, por primera vez desde comienzos de 2012.
Pero si se amplía un poco más la perspectiva se atisba que el histórico primer accionista de ACS ha reducido su participación en el grupo algo más de un 8% en poco más de dos años, lo que parece apuntar a una salida ordenada de la compañía, toda vez que, además, Corporación Financiera Alba está procediendo a una de sus tradicionales rotaciones de cartera, con especial incidencia en sus participaciones en Prosegur y Acerinox.
Así, tras el movimiento declarado ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los March mantienen un algo más de un 16% de ACS cuando su paquete accionarial en la constructora llegó a alcanzar el 24,5% incluso en plena crisis.
Desde Corporación Financiera Alba no se habla de un movimiento de salida ordenada sino más bien de uno de ajuste, propiciado por “las recomendaciones de algunas casas de análisis que estimaban que habíamos acumulado un excesivo porcentaje de ACS y que deberíamos dejar algo más de margen”.
No obstante, tras aprovechar la OPA de ACS sobre Hochtief (que se liquidó a comienzos de 2011) para colocar un 5% en el mercado y las posteriores reducciones llevadas a cabo este año, “nos sentimos cómodos con la participación que tenemos en ACS”.
Aprovechando el repunte
El paréntesis de por medio se ha debido a la evolución de la cotización de ACS. En 2012, un año crítico para el grupo constructor debido a su delicada situación financiera, la traumática salida del capital de Iberdrola y los duros procesos de refinanciaciones, el precio de los títulos de ACS llegó a perder la referencia de los 11 euros por acción, sus mínimos de la última década. Desde entonces, las acciones se han disparado más de un 122%, lo que ha sido aprovechado por los March para seguir realizando los ajustes.
Además, tradicionalmente las rotaciones de cartera de Corporación Financiera Alba se han realizado con total discreción y sin anuncio alguno de salida por parte del holding de participadas. Así sucedió con su histórica participación en Carrefour, que incluso llegaron a reforzar con el nombramiento de varios ejecutivos españoles para la cúpula del gigante francés de la distribución para después salir del capital no mucho después.
Además, se da la circunstancia de que los dos últimos movimientos de Alba en el capital de ACS han sido comunicados de forma voluntaria pues al no traspasar ni en subida ni en bajada un porcentaje que represente un múltiplo de cinco no tenía obligación de notificarlo a la CNMV, lo que podía ser interpretado como un aviso al mercado de un proceso de salida.
Sin embargo, fuentes de Alba justifican las comunicaciones al supervisor de los mercados como una norma de la casa. “Siempre que hay un movimiento significativo de cartera se comunica, aunque no haya obligación legal de hacerlo. Forma parte de nuestra política de transparencia con el mercado y de la estrategia de relaciones con la CNMV”.
Críticos con la gestión de Florentino
La sensación de un proceso de salida de ACS por parte de los March flota hace tiempo en el ambiente de los mercados. Corporación Financiera Alba ha sido especialmente crítica con la gestión de Florentino Pérez en los últimos tiempos, especialmente en lo que se refiere al fallido abordaje a Iberdrola, que le ha acabado costando a la compañía unas históricas pérdidas superiores a los 1.920 millones de euros en 2012.
El último episodio ha tenido que ver con el dividendo complementario de ACS. Suspendido la retribución a cuenta de resultados debido a las citadas pérdidas, el consejo de la constructora planteó la disyuntiva de entregar o no el dividendo complementario y finalmente se impuso un sí impulsado por Pérez y los accionistas más apalancados en el valor como los Albertos e Iberostar aunque Alba no estaba por la labor.
Las sucesivas retiradas del capital de ACS han proporcionado a Corporación Financiera Alba unas plusvalías conjuntas cercanas a los 230 millones de euros.