Mondragón ha comenzado su periodo de reflexión y estudio, para redefinirse y dar con un modelo adecuado para el Siglo XXI. Para ello, ya está formada la comisión gestora que debe liderar este proceso, formada por Txomin García (Caja Laboral, ninguna sorpresa), Xabier Mutuberría (Orona, ninguna sorpresa), Agustín Markaide (Eroski, no estaba tan claro que fuera a tener peso específico) y Javier Sotil (vicepresidente del área industrial de la Corporación; una sorpresa que sea el único de la ‘antigua’ Mondragón).
Se espera que todo esté claro en unos cuantos meses y no falta quien deja caer la posibilidad de que haya una hoja de ruta antes del verano. Sin embargo, no son pocas las voces que reclaman un estudio sereno de la situación, en el que se trabaje sin un deadline. No en vano, la redefinición de un modelo cooperativo es algo complejo, ya que ni siquiera Mondragón lo es del todo.
Mondragón es una asociación de compañías solidarias con el empleo. Las compañías miembro se han aplicado a recolocar a las plantillas de Fagor y demás entidades ‘satélite’ que han caído, pero en ningún momento han aportado capital para rescatarlas, entre otras cosas, porque desde el primer momento han considerado que la situación era irreversible y no existía rescate posible.
Buques insignia
Será, por tanto, un proceso arduo, liderado por los ejecutivos principales de Caja Laboral y Orona; sin duda, los buques insignia ahora de Mondragón. Hasta hace poco, Eroski formaba parte de este grupo de liderazgo, pero ahora está en una situación compleja, en medio de una complicada refinanciación con la banca, aunque desde la compañía de distribución insisten en mantener una imagen de normalidad rayana en la euforia. Esta misma semana, comunicaban la apertura de nuevos centros, cuando los bancos acreedores llevan muchos meses insistiendo al grupo que reduzca su perímetro y realice desinversiones.
También, se regodeaban de haber salido exonerado de la colocación de preferentes, cayendo la responsabilidad de devolver el capital a BBVA en 68 casos, cuando resulta que la propia Caja Laboral hizo lo mismo que el banco citado y podría estar en la misma situación si proliferan las demandas.
Una de las claves del futuro Mondragón es quién será el presidente, ya que el grupo está ahora descabezado, tras la dimisión del anterior, Txema Guisasola. García es uno de los candidatos, aunque no falta quien dice que le desagrada que al frente de la misma esté el mismísimo banco del grupo. El otro es Mutuberría, aunque él no lo desea ya que prefiere estar volcado al máximo en Orona. Markaide parece descartado por la situación de su grupo, por lo que la figura de un presidente dedicado sólo a comandar la corporación parece la más probable.
Tiempo habrá para soluciones. De momento, los acontecimientos no se están precipitando, ya que ni siquiera la refinanciación de Eroski ofrece novedades. Será interesante saber qué opina de todo esto el Gobierno Vasco, aunque de momento no se está dejando ver en exceso en esta crisis. Tampoco Bildu.
