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Carceller vuelve a chocar con Hacienda: Damm devuelve al Fisco 7 millones en deducciones

Son desgravaciones en el Impuesto de Sociedades que se aplicó entre 2006 y 2008. La mayoría, 6,53 millones, se ha reintegrado pese al desacuerdo de la cervecera, que ha recurrido. Dice que no aplicó el IVA a material promocional que regalaba.

  • Una chapa de Damm.

Nuevo encontronazo de Demetrio Carceller Arce con el Fisco, en este caso, a través de la cervecera catalana Damm, de la que el empresario es el presidente y principal accionista con un 27,7%, controlado a través de la canaria Disa, quinta petrolera en España. Damm ha reintegrado a la Hacienda Pública algo más de siete millones de euros en concepto de deducciones del Impuesto de Sociedades que el grupo se aplicó entre los ejercicios 2006 y 2008 y que ahora ha tenido que devolver.

El grupo recuerda en su memoria anual que las autoridades tributarias iniciaron en julio de 2011 “actuaciones de revisión con carácter parcial sobre las deducciones en cuota del impuesto de sociedades referente a los ejercicios 2006, 2007 y 2008”. Y explica que, “derivado de dichas actuaciones inspectoras”, Damm reintegró hace casi un año, el 12 de mayo de 2012, algo más de 7 millones de euros a las arcas públicas.

De esa cifra, la gran mayoría (6,53 millones) se devolvió tras firmar Damm Acta de Disconformidad. “Dicha acta fue recurrida ante el Tribunal Económico Administrativo Central, no habiendo hasta la fecha sentencia sobre la misma”, señala la compañía.

Damm no ofrece más detalles en su memoria sobre la naturaleza de esas deducciones. Sólo dice que estuvieron vinculadas “a los programas de apoyo a acontecimientos de excepcional interés público” que recoge el artículo 27 de la Ley 49/2002, de Régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo.

Dicha ley otorga desgravaciones en el Impuesto de Sociedades y en el IRPF para los gastos en propaganda y publicidad que estén relacionados con eventos de esa naturaleza. Damm, conocida por su intensa actividad de patrocinio (especialmente, de acontecimientos musicales y deportivos), fue el sponsor de, entre otros eventos, el festival musical Primavera Sound (lo hizo desde su inicio, en 2001, hasta 2009) o la copa de vela Barcelona World Race durante los ejercicios que comprende este litigio.

Es la segunda liquidación que Damm realiza desde 2008, cuando devolvió 2,9 millones

Sin embargo, fuentes de la compañía señalan que las actuaciones no tienen que ver con un evento concreto, sino con un asunto que se extiende a todo el sector cervecero y sobre el que ya se ha pronunciado el Tribunal Supremo: la no aplicación del IVA (defendida por la industria cervecera) al material promocional (PLV, en la jerga del sector) distribuido gratuitamente por las propias empresas (por ejemplo, vasos, mesas y otros artículos con el logotipo de las compañías).

La liquidación que Damm realizó el año pasado “no ha tenido impacto en la cuenta de resultados del ejercicio al encontrarse dicho importe provisionado” y es la segunda que efectúa el grupo en el último lustro. En abril de 2008, ya tuvo que devolver 2,9 millones de euros correspondientes a las actas de inspección en disconformidad de los ejercicios 1998, 1999 y 2000, que la empresa recurrió ante diversas instancias (la última, el Supremo).

Más allá de Damm, el historial de cuitas entre los Carceller y Hacienda es amplio. Una sicav vinculada al clan y a algunos de sus socios históricos está en pleitos con la Agencia Tributaria por el pago del Impuesto de Sociedades de 2008 y varios miembros de la familia estuvieron imputados por la Audiencia Nacional en lo que, en su momento, se definió como uno de los mayores delitos fiscales de la historia empresarial española, aunque en 2011 el juez archivó la mayoría de las actuaciones.

En la reciente amnistía fiscal, el propio Demetrio Carceller aprovechó la ventana de oportunidad que ofrecía Hacienda para repatriar una sociedad instrumental hasta entonces domiciliada en la zona franca de Madeira (Portugal).

A sus poco más de 50 años, el empresario, nieto de un exministro de Industria de los primeros años del franquismo que forjó su fortuna en el negocio petrolero, es uno de los llamados a liderar el panorama empresarial de los próximos años gracias a sus participaciones en Damm, Disa, Ebro Puleva, CLH y Sacyr, entre otras empresas.

Su aventura en Pescanova, de la que Damm es segundo accionista con el 14,42%, le ha salido cara: la crítica situación del grupo pesquero va a obligar a la compañía a realizar un fuerte reajuste a la baja del valor contable de esa participación.

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