"El riesgo de que el Gobierno ruso, solo o en colaboración con la empresa Kaspersky, pueda poner en peligro los sistemas federales de información a través de los productos informáticos de la compañía, afecta a la seguridad nacional de Estados Unidos”, declaraban desde el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) el pasado mes de septiembre, momento en el que se anunció el veto institucional norteamericano a los productos de ciberseguridad de la compañía rusa Kaspersky.
La noticia se produjo tras la última campaña electoral estadounidense, durante la cual el Gobierno de EEUU acusó a Rusia de robar correos del Partido Demócrata que luego se publicaron en Internet para ayudar a Donald Trump a ganar las elecciones.
El presidente estadounidense firmó el pasado martes la prohibición de los productos de esta empresa de antivirus, veto que se incluyó en la Ley de Autorización de defensa Nacional 2018 que Trump firmó hace ocho días.
Kaspersky presentó su oferta en España. Fue la más interesante y por eso ganaron el contrato"
El antivirus fue creado por Eugene Kaspersky, quien estudio en una escuela de criptografía relacionada con el KGB. Pese a ello, la compañía ha negado en reiteradas ocasiones cualquier relación con los servicios de inteligencia rusos. Además, la compañía ha reconocido un considerable perjuicio económico tras la toma de esta decisión, no sólo por la reducción de los ingresos recibidos por los contratos institucionales en el país del dólar, sino también porque clientes particulares recelan de la herramienta informática desde que ésta se ha puesto en tela de juicio.
Kaspersky ganó el concurso en el Senado
El Senado español utiliza desde hace años más de 1.000 licencias de antivirus Kaspersky para proteger todos los ordenadores y servidores de la institución. De hecho, en agosto de 2016 la compañía rusa volvió a ganar el concurso de renovación de licencias por dos años. "Presentaron una oferta y fue la más interesante. Ganaron el contrato", declaran de forma sucinta fuentes de la Cámara Alta que han declinado hacer declaraciones respecto a las dudas que el gobierno norteamericano ha vertido sobre el antivirus ruso.
En el caso del Congreso de los Diputados, los antivirus y herramientas de seguridad utilizadas son de procedencia norteamericana, concretamente de la firma McAfee.
Kaspersky ha presentado un recurso de apelación para exigir sus derechos e impugnar la Directiva Operativa Vinculante que prohíbe a las agencias del gobierno estadounidense el uso de los productos y soluciones de la compañía.
Kaspersky afirma que la decisión del Departamento de Seguridad Nacional norteamericano es inconstitucional. Denuncia que se sustenta en fuentes públicas subjetivas y no técnicas
La empresa afirma que la decisión del DHS es inconstitucional y se sustenta en fuentes públicas subjetivas y no técnicas, tales como artículos de prensa, declaraciones y rumores no corroborados y a menudo anónimos. Además, asegura que "el Departamento de Seguridad Nacional no ha proporcionado a Kaspersky el debido proceso legal para refutar las alegaciones no demostradas de la Directiva y no ha aportado ninguna prueba de delito".
