El mayor de los hijos de la Duquesa de Alba, Carlos, Duque de Huéscar, se encarga de gestionar los negocios de la familia. Es el que maneja las finanzas del grupo de empresas y propiedades de la duquesa y lo hace desde un discreto segundo plano que en nada se parece al papel que juega su hermano Cayetano, muy dado al papel couché y a la pequeña pantalla.
En las últimas semanas, el Duque de Huéscar trasladó al Ministerio de Agricultura su preocupación por el posible recorte de las ayudas agrícolas provenientes de Bruselas en el marco de las negociaciones sobre la Política Agraria Común (PAC) de 2014 a 2020.
Pues bien, nada más sellarse el acuerdo de la UE al respecto a principios de esta semana, el Duque de Huéscar fue recibido por el ministro Miguel Arias Cañete en la sede del Ministerio en Madrid. Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo acudió el miércoles, acompañado de uno de sus asesores, al Ministerio de Agricultura. Entro por la puerta principal del Ministerio, frente a la estación de Atocha, en el momento que hacían lo propio los representantes de las principales organizaciones de agricultores y ganaderos (UPA, Coag y Asaja).
Estos últimos fueron recibidos por la secretaria de Estado de Agricultura, Isabel García Tejerina, que les explicó las conclusiones del acuerdo alcanzado con la Comisión Europea.
En paralelo, el heredero del Ducado de Alba de Tormes y su asesor se reunieron con el ministro, según las fuentes consultadas. Fuentes oficiales del Ministerio dijeron a Vozpópuli que “ni confirmamos ni desmentimos” la reunión.
El caso es que Cañete y su equipo tranquilizaron al mayor de los Alba sobre el impacto que tendría el ajuste de las ayudas PAC en las maltrechas cuentas del emporio de la Duquesa y su familia.
Será casi nulo y la casa de Alba, uno de los mayores propietarios de tierras de España y por tanto gran perceptor de ayudas comunitarias, puede estar tranquila.
Ni España ni la Comisión han sido capaces de meterle mano al sistema de reparto: ni han fijado límites razonables en la cuantía máxima ni han exluido del modelo a los que no trabajan la tierra
El ministro Arias Cañete, en línea con el Comisario Europeo de Agricultura, el rumano Dacian Ciolos, se había mostrado partidario de eliminar la prebenda que permite a “los agricultores de salón, de sofá” seguir cobrando ayudas.
El objetivo era que sólo cobraran subvenciones de la PAC a partir de 2014 aquellos agricultores que son “profesionales del campo”, que trabajan la tierra y generan empleo y que obtienen, al menos, un 25% de sus ingresos de las explotaciones agrarias y ganaderas.
Todo lo contrario que hacen los terratenientes, denuncian las asociaciones de agricultores, que no generan empleo y reciben año tras año religiosamente las ayudas comunitarias por las decenas de miles de hectáreas que poseen, aunque muchas de ellas estén de baldío y no produzcan ni un grano de cebada.
También se planteó bajar, al menos, el máximo de ayudas, ahora fijado en 300.000 euros por explotación a unos 100.000 euros. No se ha conseguido ni lo uno ni lo otro. Es decir, España ha logrado mantener un presupuesto global similar al anterior, unos 47.000 millones de euros para el septenio, de lo que se felicitó Cañete en la rueda de prensa del miércoles pasado, pero el reparto de ayudas seguirá favoreciendo a los terratenientes.
La Casa de Alba podrá seguir percibiendo los dos millones de euros por sus tierras año tras año hasta 2020, al igual que los Mora-Figueroa, que se embolsan cuatro millones
Sólo en 2011, la Casa de Alba se embolsó dos millones de euros en ayudas PAC, la mitad de lo que recibió el conglomerado familiar de los Mora-Figueroa (4 millones), según los datos oficiales del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), dependiente del Ministerio de Agricultura. Y hay muchos más terratenientes en la misma situación (Mario Conde, Los Albertos, el ganadero Samuel Flores, la familia Osuna García y un largo etéctera)
Dado que las reglas no cambian y el presupuesto se mantiene inalterable, las grandes fortunas seguirán cobrando lo mismo que hasta ahora, denuncian las organizaciones agrícolas.
El secretario general de Coag, Miguel Blanco, ha denunciado la falta de equidad en las ayudas que vienen de Bruselas. Además, no sólo ha criticado a los terratenientes, sino también a los pequeños propietarios. El 70% de los 407.000 perceptores que reciben menos de 1.250 euros al año no son pequeños agricultores, sino sólo perceptores, no son profesionales y por lo tanto son ajenos al sector agrario.
Blanco ha remarcado como "inaceptable" que en España se beneficien de las ayudas de la PAC 910.000 perceptores siendo profesionales cotizantes a la Seguridad Social Agraria sólo 350.000.