Queda destapada oficialmente la guerra interna en El Corte Inglés. Uno de los accionistas tradicionales (10%), que agrupa los títulos de la familia de Luis Areces, ha dado un paso al frente y, en un 'tour de force' insólito en la historia del gigante de la distribución, lanza una andanada en toda regla contra el actual equipo gestor encabezado por el presidente Dimas Gimeno.
En una dura nota pública, Corporación Ceslar expone lo siguiente: "La familia Areces Galán denuncia que el préstamo del grupo catarí supone una devaluación del valor intrínseco de El Corte Inglés (ECI), al vender entre un 12,5% y un 15,5% [oficialmente se ha dicho que el jeque catarí se hará con un 10% por 1.000 millones de euros] a un precio muy por debajo del valor de las últimas estimaciones sobre el grupo".
Ante esta situación, "Corporación Ceslar se reserva la adopción de todas aquellas medidas que ayuden a aportar transparencia a la operación y principalmente a la comisión gestionada por una entidad domiciliada en un país de máxima opacidad fiscal [en referencia a Noganoir, sociedad radicada en Singapur, a la que el grupo ha pagado una "comisión de éxito" de 17 millones de euros, tal y como adelantó Vozpópuli].
Ceslar cree que la valoración del 100% de ECI con la entrada del jeque se queda muy por debajo de la real y a años luz de los 18.000 millones que fijó Tinsa
Ceslar considera que "la operación de préstamo por la que se dará entrada al grupo catarí Primefin [controlado por el ex primer ministro del emirato, Sheikh Hamad Bin Jassim Bin Jaber Al Thani] en el accionariado de ECI, no es más que una maniobra para arrinconar a los accionistas tradicionales y conseguir blindar el poder del actual equipo gestor".
El accionista díscolo, que sienta en el consejo a Carlota Areces, votó en contra del acuerdo para dar entrada al inversor catarí en el consejo de administración que celebró el grupo el pasado 10 de julio. Tal y como informó Vozpópuli, Ceslar acusó al equipo gestor de opacidad y falta de transparencia al facilitar el borrador del contrato con el jeque en la tarde antes a la celebración el consejo. Por ello, ha impugnado el acuerdo ante el Resgistro de lo Mercantil por "falta de información".
Ceslar y el otro accionista rebelde, Cartera Mancor (10%) votaron en contra de la entrada del jeque y del cambio de los estatutos del grupo para eliminar el "derecho de suscripción preferente sobre la autocartera que tiene los accionistas que, debe recordarse, son las familias herederas del fundador [Ramón Areces] y, por lo tanto, lo más interesados en el futuro del grupo", señala Ceslar en la nota hecha pública este miércoles.
Al perder este derecho, ningún accionista del grupo puede reclamar quedarse con parte de la autocartera, que pasará a manos del jeque en virtud del préstamo de 1.000 millones de euros. Mancor no se ha pronunciado sobre qué posición tomará en la junta del grupo, que se celebrará el próximo 30 de agosto, pero Ceslar ya ha dicho que votará en contra del cambio de estatutos.
Ceslar y la otra familia rebelde, Mancor, votaron en contra de la entrada del inversor catarí y no quieren que el grupo anule el derecho de suscripción preferente de los accionistas sobre la autocartera
Para Ceslar, "esta operación supone una pérdida de valor inaceptable para los accionistas, dejando al grupo El Corte Inglés por debajo de todas las estimaciones realizadas y muy por debajo de los 18.000 millones de euros que ya decía en 2013 la empresa TINSA que valían sus activos inmobiliarios. Asimismo, Corporación Ceslar no cree necesaria una nueva financiación de El Corte Inglés, pero, en caso de realizarse, el hecho de acudir actualmente al mercado de renta fija sería una opción que aportaría mayor seguridad a menor coste, sin que la compañía tenga que estar sometida a unos objetivos agresivos de crecimiento que resulten en penalizaciones para sus accionistas".
El comunicado de Ceslar "quiere aclarar que el inversor catarí no recibirá un 10% como se ha anunciado, sino que recibirá entre el 12,5% y el 15,25% de la sociedad. La horquilla de compra definitiva estará por tanto entre el -10% y - 27% del valor contable. (…) La situación actual de la deuda de El Corte Inglés no requiere de un préstamo de estas características porque hace tan sólo un año se refinanció la deuda con el grupo de bancos acreedores en condiciones mucho más ventajosas que las firmadas con el grupo catarí".
No tendrían que haber recurrido a un prestamista extranjero
La Corporación rebelde va más allá y "lamenta que en ningún momento se haya contado con los accionistas actuales que podrían haber realizado una ampliación de capital sin tener que recurrir a un prestamista extranjero. Ceslar lamenta que se apruebe un contrato con unos intereses muy por encima del mercado y con una serie de penalizaciones que siempre favorecen al inversor catarí y que no están justificadas en ningún caso. El tipo de interés que se aplicará al préstamo, en principio, es del 5,25% anual (52,5 millones de euros anuales), pero existen además unos intereses adicionales (también pagaderos en acciones de la autocartera) sujetos a la consecución de un agresivo plan de negocios (crecimientos del EBITDA del 12% anualizado durante los próximos 5 años). De no cumplirse este requisito, el tipo de interés que El Corte Inglés deberá pagar en ese caso se sitúa en aproximadamente el 7,5%", sentencian los herederos de Luis Areces.
También es muy crítico Ceslar con la forma en la que el presidente Gimeno y su equipo han atraído al inversor catarí: "El Corte Inglés no ha dado el mandato a un banco de inversión para conseguir diferentes ofertas y poder elegir la mejor de las opciones, como hacen todas las empresas ante una inyección de capital de este calibre. Asimismo, el 'fairness opinion', realizado por Morgan Stanley, no les fue proporcionado hasta el mismo día de la celebración del Consejo de Administración; práctica no habitual, ya que los consejeros no pueden evaluarlo ni analizarlo, al tiempo que este documento tan sólo contiene la firma de un Managing Director sin especificar su nombre".
Y para finalizar la declaración de guerra total con el equipo gestor de El Corte Inglés, Ceslar critica duramente el pago de comisiones: "Corporación Ceslar no entiende la razón del pago de una elevada comisión, valorada en millones de euros [del 1,7% sobre la operación, es decir, 17 millones de euros] a una empresa de la que solamente se conoce que está radicada en uno de los países con mayor opacidad fiscal y fuera de la regulación del marco normativo europeo. Una compañía [Noganoir Capital, con sede en Singapur], de la que, además, ninguno de los directivos supo decir ni cómo se llamaba, ni quién estaba detrás de esa empresa y ni siquiera cuál era su denominación".