Endesa anunció este miércoles que no va a pagar dividendo con cargo a los resultados de 2012, una decisión adoptada, según la compañía, por prudencia ante el escenario sectorial y macroeconómico en España, pero que puede no ser la tónica de aquí en adelante. Ante la insistencia de los analistas, el consejero delegado de la eléctrica, Andrea Brentan, explicó, tras la presentación de resultados de la empresa, que esta decide su política de dividendo “año a año”, por lo que estudiará volver a retribuir a sus accionistas (sólo un 8% cotiza en Bolsa y el resto pertenece a la italiana Enel) “en función de las condiciones y perspectivas”.
Muy especialmente, de lo que depare España, que el año pasado fue decisiva en la caída del beneficio de la compañía (del 8%, hasta 2.034 millones de euros), tras las medidas regulatorias del Gobierno, cuyo impacto en el Ebitda la empresa cifra en más de 300 millones.
Tras la entrada en vigor, el mes pasado, del denominado impuestazo al sector, vendrá lo peor para la compañía: el impacto de todas las medidas adoptadas hasta ahora sobre el beneficio operativo rondará los 1.000 millones este año, con lo que la caída del resultado puede ser considerable.
La decisión de no pagar dividendo, explicó Brentan, se ha tomado “dada la presente situación económica y las perspectivas en España”; los pronósticos para la evolución del mercado eléctrico, así como “la actual situación de la regulación” y la evolución de las colocaciones del déficit de tarifa, una cuestión importante porque, de los 8.778 millones de deuda financiera neta de Endesa (de las tres grandes eléctricas, es la menos endeudada), 4.839 millones de euros corresponden al déficit de tarifa que está financiando.
Así, en función de cómo evolucionen esas variables, la política de retribución al accionista podrá cambiar. El dividendo de Endesa queda pues en buena medida en manos de la política del Gobierno y, en concreto, del ministro de Industria, José Manuel Soria, que ha anunciado la enésima reforma energética para tratar de resolver el problema del déficit tarifario, que en teoría debería ser cero este año. “Es un hecho” que el entorno en España, dijo Brentan, es “adverso”.
El Ejecutivo, que consideró optimista la previsión de demanda que contempla Industria para este año (una caída del 0,3%), también avisó de que el plan de inversiones de Endesa está “bajo revisión”, por lo que es probable un nuevo recorte en marzo, cuando la empresa actualice su plan.
En Endesa niegan que la supresión del dividendo sea un paso previo a una salida del parqué de la compañía y que el remanente de fondos obtenido por la compañía con esa decisión sirva para sufragar la correspondiente OPA de exclusión.
La empresa ha moderado el fuerte incremento de sueldos (de hasta el 23%) declarado en el primer semestre del año pasado para su cúpula. El consejo de administración cobró 5,9 millones (un 6,2%) y el incremento retributivo para los miembros de la alta dirección se quedó en el 3,8%, hasta 20,347 millones.