El proyecto Ciuden (Ciudad de la Energía) corre el riesgo de convertirse en otra víctima de la crisis. La estrella de esta iniciativa, una apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero para desarrollar las tecnologías de captura, transporte y almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) y, de paso, potenciar el desarrollo de la comarca minera del Bierzo, no tiene la financiación garantizada.
El secretario de Estado de Energía, Fernando Marti, advirtió ayer en el Senado de que, en la actual coyuntura de recortes presupuestarios, “no va a ser fácil” lograr los 600 millones de euros en los que cifró la aportación del Estado para la segunda fase del proyecto, cuya piedra angular es la construcción en la localidad leonesa de Cubillos del Sol (en la comarca de El Bierzo) de una central experimental de secuestro de CO2 con una inversión estimada de unos 1.400 millones.
Marti, no obstante, dijo que el Ministerio de Industria hará “todo lo posible” por garantizar el proyecto y señaló que Ciuden tiene fondos para continuar “dos años más de actividad sin ningún problema”.
Pero las dificultades se acumulan. El proyecto preveía tres fuentes de financiación (UE, Gobierno central y Endesa). Y, de momento, ninguna está asegurada. A las estrecheces señaladas por Marti se suma que Endesa (empresa históricamente vinculada a la comarca del Bierzo), que reclama subvenciones a fondo perdido para participar, ha aplazado su decisión de aportar fondos hasta finales de este año. Que lo haga (en principio, debía hacerse cargo de la construcción de una central de carbón de 330 megavatios) podría depender de los recortes que la eléctrica tenga que asumir en la reforma energética que el Gobierno ha anunciado para finales de mes.
Por último, el presupuesto que la UE debería aportar tampoco ha aparecido, en parte, por el desplome del precio de la tonelada de CO2, con cuya venta debería financiarse la construcción de plantas experimentales de carbón limpio a través del Banco Europeo de Inversiones. Si, finalmente, la planta de Cubillos no se construye, España seguiría la senda que ya han iniciado Reino Unido y Polonia, que han cancelado instalaciones similares en los últimos meses por su alto coste.
Aunque no fue posible contactar con los portavoces de Ciuden, fuentes internas del organismo, que canaliza su actividad a través de una fundación creada en 2006, señalan que este todavía cuenta con un remanente presupuestario de entre 80 y 90 millones para seguir en funcionamiento. Actualmente, el proyecto cuenta con varias instalaciones ubicadas en Ponferrada y en Cubillos del Sil, y está proyectada la construcción de un centro de almacenamiento subterráneo de CO2 en Hontomín (Burgos), con una inversión estimada de 50 millones.
Ponferrada alberga la sede central de Ciuden y el Museo de la Energía, del que sólo se ha desarrollado la primera fase, dedicada al carbón, en una antigua central térmica (la más antigua de España, construida originalmente en 1919) que ha sido rehabilitada. La instalación, diseñada por la empresa asturiana Impulso, está abierta desde julio del año pasado. El proyecto recibió ayer un premio de Europa Nostra, una asociación que reúne a varios cientos de ONG encargadas de velar por el patrimonio cultural europeo, en un acto celebrado en Lisboa y al que asistieron, entre otros, los príncipes Felipe y Letizia de Borbón, el tenor Plácido Domingo (presidente de Europa Nostra), el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso.
Jorge Suárez, uno de los arquitectos que ha liderado el proyecto galardonado, cifraba ayer su coste en unos 18 millones de euros y, en conversación telefónica con este diario, dudaba que el museo, cuyas obras se paralizaron hace meses, vaya a completarse: “Es muy probable que se pare todo”, admitía.
Por último, en Cubillos del Sil se ubica una pequeña planta experimental de captura de CO2 que empezó a funcionar hace unos meses (aunque su construcción todavía no ha terminado) y a la que Industria ha destinado unos 200 millones en los últimos años. El consistorio, gobernado por el PSOE, aprobó en septiembre pasado bautizar el acceso a estas instalaciones (un enlace de dos kilómetros de longitud sufragado por Ciuden) con el nombre de “Calle Presidente Rodríguez Zapatero”.