El ex director general de Caja Navarra y ex copresidente de Banca Cívica, Enrique Goñi, trabajará por su cuenta como consultor después de ser uno de los protagonistas más destacados de la reestructuración del sistema financiero español. El ejecutivo ha abierto hace apenas unas semanas una oficina en una céntrica zona de Madrid, en pleno distrito de Chamberí, poco después de su efímera presencia en el consejo de administración de Caixabank.
Para emprender esta nueva aventura empresarial, Goñi ha constituido la sociedad Co. Republic 2012, en cuyo objeto social se incluye la “elaboración y ejecución de informes, proyectos y estudios económicos y financieros, sectoriales o territoriales”, además de la “investigación de mercados”. El ex director general de Caja Navarra ha vivido en primera persona y desde el primer momento la transformación de las cajas de ahorro en bancos y los diferentes procesos de fusión en alguno de los cuales ha sido protagonista indiscutible.
Tras el verano, Goñi salió del consejo de Caixabank tras una muy corta etapa en el máximo órgano ejecutivo del banco de La Caixa aunque continúa ligado al grupo catalán, más concretamente a su filial de participadas Criteria. Todo ello después de que la entidad que preside Isidro Fainé adquiriera Banca Cívica, el banco cotizado que copresidía Goñi junto a Antonio Pulido.
El ejecutivo navarro fue pionero en la constitución de los Sistemas Institucionales de Protección (SIP), las llamadas fusiones frías de las cajas de ahorro, el primer paso para su consolidación y posterior conversión en bancos. Caja Navarra constituyó el primero en comenzar a operar, Banca Cívica, junto a Caja Insular de Canarias y Caja Burgos (la balear Sa Nostra llegó a formar parte del proyecto pero se cayó a última hora).
Años intensos
Goñi, por entonces director general de Caja Navarra, pasó a ocupar el cargo de primer ejecutivo de Banca Cívica, a la que se uniría posteriormente Cajasol.
La entrada de la entidad andaluza hizo que Cívica, que posteriormente salió a bolsa para recapitalizarse, adquiriera una estructura con copresidencia, liderada por Goñi y el presidente de Cajasol, Antonio Pulido. Tras la adquisición de Banca Cívica por La Caixa, ambos pasaron a formar parte del consejo de Caixabank por escaso tiempo, para después recalar en Criteria.
No obstante, el papel de Enrique Goñi en Criteria está más cerca de lo testimonial que de las funciones meramente ejecutivas, lo que le permitirá desarrollar su nueva actividad para la que, sin duda, podrá emplear las experiencias vividas en los últimos años, repletos de negociaciones que han derivado en fusiones, adquisiciones, salidas a bolsa, nacimiento de nuevos grupos bancarios y, en algunos casos, incluso intervenciones de entidades por parte del Banco de España.