El Gran Premio de Fórmula 1 de este fin de semana en Hungría será una prueba de fuego para las expectativas de Aston Martin esta temporada pero no necesariamente a largo plazo. Mientras la escudería de Fernando Alonso intenta a ponerse a tono en el actual Mundial, sus propietarios han terminado de rubricar el contrato que vincula a la marca con el Gran Circo hasta 2030 inclusive, según se constata en documentación de la propia compañía de automóviles surgida en el Reino Unido.
Como parte de la transacción, el grupo Aston Martin se habría hecho también con 'warrants' -opción de compra a un precio fijo- sobre la escudería que podrá ejecutar a su favor en caso de prolongar el patrocinio durante el lustro siguiente, hasta el 2035 incluido. Y es que el acuerdo firmado entre la fabricante de coches y el equipo originalmente conocido como Racing Point contemplaría más extensiones del vínculo de patrocinio sujetas a la "discreción" del Consejo de Aston Martin.
En concreto, por períodos más amplios, de diez años a partir de 2030, que llegan hasta el final del 2060 como fecha tope -esto es, hasta diez años después de la meta del grupo para reducir sus emisiones a cero-. Unas fechas que vienen a sugerir el interés de largo plazo para con la competición reina del motor por parte de la marca británica, reforzada con la entrada en su capital del fondo soberano de Arabia Saudí, el PIF.
Ya en 2023, Aston Martin consiguió duplicar ventas en Europa continental, Oriente Medio y África, erigiéndose este segmento geográfico en la mayor fuente de ingresos de la compañía.
La flamante extensión del vínculo de Aston Martin con el equipo de Fórmula 1 al menos hasta 2030 coincide con el relanzamiento del acuerdo comercial entre la escudería y la petrolera Saudí Aramco, del fondo soberano saudí, hasta 2028. Desde este año, el equipo de Alonso ha pasado a llamarse Aston Martin Aramco F1. El español y bicampeón mundial ya con 42 años ha accedido a extender su contrato como piloto de la escudería hasta 2026 inclusive.
Arabia se consolida como segundo accionista
El todavía primer accionista de la matriz y padre de uno de los pilotos, el magnate Lawrence Stroll, había llegado a alertar durante el pasado 2023 de que, por si solo, no podía más que garantizar los gastos de la escudería hasta el segundo trimestre de este mismo 2024.
Un extremo que diferentes fuentes de la industria han interpretado como el deseo del multimillonario canadiense de acelerar la venta de su participación y/o la llegada de más apoyo de los demás socios para afrontar la devolución de la deuda del equipo de F1. Esta se ha extendido hasta 2029 para financiar la flamante fábrica de la escudería.
Desde entonces, como se constata en las cuentas de Aston Martin recopiladas por Northdata, Arabia Saudí ha apuntalado su posición como segundo accionista de la matriz, elevando su cuota del 17% al 20,5%. Detrás del PIF aparece ahora el fundador y presidente de la china Geely Li Shufu, con un 16,09%, el magnate suizo Ernesto Bertarelli con un 13,67% -que compone el 25,32% total de Stroll-, un 8,9% de Mercedes Benz y un 3,62% de Invesco, entre otros minoritarios.
Las fuentes consultadas por este medio no descartan, en cualquier caso, un "cambio de control" en el medio plazo, con el ojo puesto en un papel activo por parte de los saudíes, como así también de inversores que ven potencial a la marca y a su presencia en la competición madre del motor. Ya en 2023, Aston Martin consiguió duplicar ventas en Europa continental, Oriente Medio y África, pasando a erigirse este segmento geográfico en la mayor fuente de ingresos de la compañía.
El nuevo acuerdo entre Aston Martin y el equipo Racing hasta 2030 implica también que la matriz británica habría comprado acciones sobre la escudería de Silverstone a la que pone marca y coches
Por lo pronto, el capital árabe tras Saudi Aramco podría ya haber hecho uso de su derecho de adquisición preferente para hacerse con un 10% de la propia empresa del equipo de Fórmula 1, condición recogida en un contrato entre las partes, como informó Vozpópuli.
El nuevo acuerdo entre Aston Martin y el equipo Racing hasta 2030 implica además que la matriz británica habría comprado nuevas acciones sobre la escudería de Silverstone a la que pone marca y coches. Y ello, con un inversión valorada en unos 18 millones de libras en el capital de la escudería que no hace sino reforzar la ascendencia de Arabia Saudí.
A principios de 2023, Bloomberg llegó a informar de una oferta del mismo fondo soberano saudí, el PIF, a Liberty Media por sus derechos centenarios sobre la retransmisión de la Fórmula 1. La operación propuesta, de unos 20.000 millones de dólares, se habría encontrado con la negativa de los americanos.