Unos 3.000 estudiantes chinos contratados ilegalmente por el principal proveedor de Apple en el país asiático realizaron jornadas de hasta 11 horas para ensamblar el último teléfono de la firma norteamericana, el iPhone X, según publica el diario inglés Financial Times.
La publicación explica que los estudiantes se contrataron para hacer frente a la demanda de terminales después de que se produjeran retrasos en la producción del teléfono.
La noticia ha sido desvelada por seis estudiantes que afirman haber estado trabajando para este proveedor de Apple en una fábrica de Zhengzhou, China.
No es la primera vez que Foxxconn está en el epicentro de la polémica. Hace siete años, en 2010, salieron a la luz varios casos de suicidio entre sus empleados
Los estudiantes que han denunciado esta situación tienen entre 17 y 19 años y dicen formar parte de un grupo de 3.000 estudiantes en las mismas condiciones. Una de ellas ha reconocido que les dijeron que para finalizar sus estudios les dijeron que era necesario tener un periodo de experiencia laboral, excusa que utilizaron para comenzar a trabajar para Foxxconn de forma ilegal, siempre según estos estudiantes.
"Nuestros estudios no tienen nada que ver con el trabajo que realizamos en la fábrica", asegura esta estudiante cuyo objetivo es finalizar los estudios de azafata de tren.
Sólo durante un día uno de ellos asegura que llegó a ensamblar 1.200 cámaras en los iPhone X de Apple.
Suicidio de empleados
No es la primera vez que Foxxconn está en el epicentro de la polémica. Hace siete años, en 2010, salieron a la luz varios casos de suicidio entre sus empleados.
Los casos se achacaron a la presión que desde las fábricas se ejercía sobre los empleados. 24 trabajadores del proveedor de la firma de la manzana mordida se quitaron la vida entonces, la mayoría de ellos arrojándose desde lo alto de edificios.