¿Qué hace uno, o una, cuando tras cuatro años, o más, siendo la persona más importante del país pasa de un día para otro de ser presidente del Gobierno a expresidente? Muchos se apuntan al Club de Madrid.
El Club de Madrid, que tiene su sede en la capital española, es una organización independiente, sin ánimo de lucro, compuesta por 110 expresidentes de Gobierno y Jefes de Estado de 70 países democráticos; entre ellos los españoles José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar, y Felipe González. Su objetivo es el "fortalecimiento de las instituciones democráticas" y el asesoramiento "en la resolución de conflictos políticos para potenciar el desarrollo y mejorar la vida de aquellos que más lo necesitan". La mayor parte de sus ingresos proceden de subvenciones y donaciones de otras fundaciones, administraciones, o empresarios. Los expresidentes acuden a conferencias u otros actos organizados por el organismo de forma gratuita. Pero el Club de Madrid ha perdido a su principal benefactor y busca ahora un inversor que financie su actividad.
"La dirección y los órganos de gobierno están desarrollando estrategias de recaudación de fondos y de reestructuración de programas y de recursos humanos que permitan limitar el impacto de la muy probable reducción del patrocinio (...)", dice el informe de auditoría de las cuentas del ejercicio 2015 del Club de Madrid. "Se ha establecido un plan de reducción de gastos generales y de personal, con unas primeras iniciativas de reducción del presupuesto estructural ya ejecutadas, y que serán seguidas por otras a lo largo del ejercicio 2016 en la medida que vaya siendo necesario", añade. El informe señala que el organismo no obstante afronta el año 2016 con "el nivel inicial de fondos propios más alto en la historia de la organización".
En 2015 el Club de Madrid ingresó 2,9 millones, de subvenciones, patrocinios y donaciones
Durante los últimos años el principal mecenas del Club de Madrid ha sido el empresario australiano Clive Palmer, explican en el organismo, a través de la alianza formada en 2013 entre el Club de Madrid y el World Economic Council -una asociación internacional de empresarios-. El australiano, propietario del grupo Mineralogy, también inversor inmobiliario y político, cuenta entre sus excentricidades la construcción de una réplica exacta del Titanic, el Titanic II, que estará terminado en 2018. La caída del precio de las materias primas -Palmer es un conocido empresario del sector australiano de la minería- ha dejado a este en una situación financiera complicada, y ha decidido cortar el grifo. "Se han recortado costes y esperamos que en breve acordemos otro patrocinio similar", indican en el club de los expresidentes.
El Club de Madrid ingresó el pasado año 1,9 millones de euros en concepto de subvenciones, donaciones, y legados, y otro millón de euros de promociones, patrocinadores, y colaboraciones. Según las cuentas de 2015, ese año ganó 253.796 euros tras perder 56.441 euros en 2014. Entre los principales donantes del organismo se mantiene, según confirmaron en el Club de Madrid, el grupo ACS a través de su fundación, que aporta 100.000 euros anuales.
Cierra Fride, de Diego Hidalgo
El Club de Madrid nació tras la organización de una conferencia internacional celebrada en Madrid en el año 2001 organizada por la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (Fride) y The Gorbachev Foundation of North America (GFNA). El filántropo español Diego Hidalgo, fundador de Fride, fue el principal impulsor del Club de Madrid y su primer benefactor durante sus primeros años.
Hidalgo, cuyo libro El futuro de España fue uno de los más vendidos en el país en 1996, creó Fride, un think tank que trabajaba por el papel europeo en las relaciones internacionales, en el año 1999. A finales de 2015 el Patronato del organismo, presidido por el exministro del PSOE Pedro Solbes, "tuvo que abordar la difícil decisión" de cesar las actividades de Fride "por razones económicas".