El pasado lunes Facebook protagonizó un día más la sesión en la Bolsa de Nueva York. Las acciones de la red social llegaron a desplomarse más de un 11% antes de que su cotización fuera suspendida por las autoridades bursátiles estadounidenses. El mercado reaccionaba así ante un error descubierto en el funcionamiento del sistema que había permitido publicar mensajes privados.
Facebook acabó cerrando la sesión con un descenso del 9% y aunque en los últimos días de la semana ha logrado recuperar algo de terreno prosigue siendo un dolor de cabeza para los accionistas que optaron por subirse al carro de las redes sociales en bolsa. Entre ellos hay ilustres inversores que en su día apostaron muy fuerte por Facebook y que han visto como parte de su fortuna se ha esfumado en apenas cuatro meses.
Entre ellos destaca Bono, el carismático líder de la banda de rock U2. La OPV de Facebook desveló que el artista irlandés era uno de los socios de referencia de la red social. A través de su vehículo inversor Elevation Partners, Bono adquirió cerca de un 2,5% del capital de la compañía y se convirtió en una de las principales atracciones del proceso de salida a bolsa.
Sin embargo, Bono ha visto como cerca de 700 millones de dólares de su amplia fortuna se han esfumado como por arte de magia en la tortuosa trayectoria de Facebook en bolsa. El día del estreno, la participación de Bono en Facebook se valoró en cerca de 1.500 millones de dólares.
Pese al desplome de la cotización de Facebook, Bono aún acumula notables plusvalías latentes en la red social fundada por Mark Zuckerberg. En su día, el líder de U2 desembolsó 90 millones de dólares por el paquete de acciones de la compañía que posee.
El desplome de Zuckerberg
Pero Bono no es la única víctima célebre del fiasco de Facebook en el parqué. Peter Thiel, uno de los fundadores de Pay Pal, el sistema de pago a través de Internet que revolucionó el universo del comercio electrónico, también ha visto como parte de su fortuna ha ido a parar al abismo de los mercados.
La fortuna de Thiel recibió un espaldarazo definitivo cuando los socios de Pay Pal decidieron vender la compañía al portal de subastas eBay, en 2002. Thiel optó por crear un hedge fund denominado Clarium e invirtió en Facebook dos años después. Thiel adquirió un 10% por apenas medio millón de dólares aunque su paquete de acciones fue disminuyendo. Actualmente cuenta con cerca de un 3% de Facebook, pero su participación se ha depreciado casi 800 millones de dólares desde la OPV.
Eso sí, nadie ha visto disminuir su fortuna de tal manera como el propio Zuckerberg. El hecho de que su participación en la compañía que fundó se haya depreciado más de 9.000 millones de dólares ha hecho que su nombre deje de aparecer entre los primeros puestos de las grandes fortunas del mundo, entre los que se coló de forma casi insolente con motivo de la OPV.
El balance desde que debutó en el parqué, el pasado 18 de mayo, no es precisamente alentador. Los títulos de Facebook pierden en torno a un 45%, aunque cuando tocaron sus mínimos históricos la depreciación fue del 54%.
