El grupo francés Fnac sufrió el año pasado un nuevo descenso de sus ventas en España que confía en que sea el último capítulo de un trienio negro que arrancó en 2010. Durante la presentación de los resultados anuales de la compañía este jueves en París, los responsables de la primera distribuidora de productos tecnológicos y culturales en Europa destacaron que la tendencia negativa de ventas en España se corrigió en el último trimestre del año pasado, gracias, dijeron, a una “mejora gradual de la confianza del consumidor”.
Además, confiaron en que, tras tres ejercicios de caídas, la facturación a lo largo de este año vuelva a crecer, a la vista de un panorama macroeconómico “más positivo” que el de Francia, su primer mercado, con casi el 70% del total de las ventas.
El grupo no desglosó las cifras de su filial en España, que publica de forma agregada junto con las de Portugal. Así, el año pasado, la división ibérica de Fnac registró unas ventas de 654,3 millones de euros, lo que supone un 4,2% menos que un año antes.
En el primer trimestre de 2013, las ventas en España se desplomaron más de un 10%
La caída pudo ser mucho mayor de no ser por la mejora (4%) experimentada el último trimestre, teniendo en cuenta el batacazo (9,5%) del primer trimestre, propiciado por el desastre de la filial española, que retrocedió un 10,7% entre enero y marzo a superficie comparable.
En cualquier caso, la cifra de ventas de la filial ibérica en 2013 es un 10% inferior a la de 2010, ejercicio en el que empezó el declive de esta área geográfica.
España, mercado en el que Fnac opera desde 1993 y que, con 25 tiendas, es el segundo mayor para la compañía por cifra de negocio, facturó en 2012 (último dato disponible para un año completo) 414,4 millones de euros, un 10,2% del total de la cadena.
Embarcado en un proceso de reestructuración y adaptación a la venta online para intentar competir con el gigante del comercio electrónico, Amazon, el grupo, colocado en Bolsa por el multimillonario François Pinault en junio pasado, se anotó en 2013 un beneficio de 15 millones de euros, frente a los números rojos de 142 millones de un año antes.
La salida de pérdidas, que le permitirá repartir dividendos por primera vez desde su debut bursátil, propició que la cotización de sus acciones se disparase un 9,49% en la Bolsa de París.
El grupo, cuya capitalización ronda los 450 millones de euros, facturó el año pasado un 3,8% menos (3.905 millones de euros) y registró un beneficio operativo de 72 millones de euros, un 13,3% más.