Mariano Rajoy comenzó su andadura como presidente del Gobierno y no tardó, siguiendo lo marcado por el programa electoral del PP, en anunciar la reapertura de la central nuclear de Garoña que cerró su predecesor, José Luis Rodríguez Zapatero.
Han pasado casi tres años y medio y el futuro de la planta burgalesa sigue en el aire. Y así seguirá durante todo este 2015, un año electoral tan crucial que no es apto para sobresaltos innecesarios.
Dejar que un tema tan sensible como el nuclear se cuele en la campaña electoral sería un error de libro, así que desde Moncloa se ha descartado ya tomar cualquier decisión sobre la central este año.
Según varias fuentes políticas y empresariales consultadas por Vozpópuli, el Gobierno dejará correr los plazos y aprovechará que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no se pronunciará previsiblemente hasta septiembre para que la decisión definitiva sobre su reapertura no se tome hasta 2016.
El 30 de septiembre pasado, Endesa e Iberdrola, accionistas al 50% de Nuclenor, presentaron ante el CSN la documentación definitiva ligada a la solicitud de renovación de la autorización de explotación de Garoña. Lo hicieron a petición del propio supervisor nuclear, que en julio estableció unos requisitos adicionales de seguridad y operación que había de cumplir la planta.
El CSN presentará el informe definitivo sobre Garoña en el último trimestre de este año, en plena campaña electoral de las generales
El reloj empezó a contar a finales de septiembre y el CSN tiene un plazo orientativo de un año para presentar el informe definitivo sobre la viabilidad de la reapertura. Según las fuentes consultadas, el CSN apurará previsiblemente ese plazo y podría tener listo el informe en el último trimestre de este año, ya en plena campaña electoral para las generales.
“Esté o no el informe del CSN a finales de septiembre, el Gobierno lo tiene fácil. Con sólo dilatar las últimas autorizaciones pertinentes y el ‘sí’ definitivo del Ministerio de Industria, la decisión final sobre Garoña se irá a 2016”, señala una fuente bien informada.
Dese el sector eléctrico se da por hecho que así será. “Anunciar en plena campaña electoral que Garoña volverá a funcionar gracias al informa favorable, si así fuera, del CSN sería temerario por parte del Gobierno. Tenemos claro que la decisión la tomará el nuevo Gobierno que salga de las urnas”, afirman fuentes del sector eléctrico.
La mayoría de los partidos de la oposición al Gobierno son partidarios de no reabrir Garoña y de no ampliar de 40 a 60 años la vida útil de las centrales nucleares españolas.
De hecho, Nuclenor ha pedido una nueva autorización por 17 años, con lo que llegaría a los 60 (arrancó en 1971). El PSOE, que ordenó el cierre de la planta en 2011, Podemos, Izquierda Plural y otras formaciones progresistas (Equo, Compromís…) se han posicionado públicamente a favor del cierre progresivo de las plantas españolas al llegar a sus 40 años de actividad.
Ciudadanos y UPyD aún no han definido su posición al respecto. El anuncio por parte del Ejecutivo de Rajoy de la reapertura de Garoña en periodo electoral provocaría una ola de críticas de la mayoría del arco parlamentario y de los grupos ecologistas que el PP no se puede permitir.