Google ha pagado 2,23 millones de euros en impuesto de sociedades en el ejercicio cerrado el 31 de enero de 2015, cuyas cuentas ha presentado ahora. Google Spain, SL, sucursal en España del gigante Alphabet, tuvo sólo 7,5 millones de beneficio antes de impuestos, tras el cual se aplicó el 30% de impuesto de sociedades. Una cifra que nada tiene que ver con su actividad real en España, que un experto calculó en "varios miles de millones de euros" en declaraciones a 'Financial Times' y que es perfectamente posible si tenemos en cuenta que la compañía factura en un sólo trimestre más de 20.000 millones de dólares en todo el mundo.
Por ahora, sigue siendo imposible saber de ninguna manera a cuánto asciende el negocio español de Google. La compañía ni siquiera desglosa por continentes su negocio, como sí que hacen otras multinacionales como Facebook. Los datos que da son globales y voluntariamente inespecíficos, lo cual obliga a moverse en el terreno de la especulación para saber cuánto 'vende' en España con sus múltiples líneas de negocio. La cifra de más de 2.000 millones es conservadora y representa una cantidad que, en cualquier caso, emigra a Irlanda a través de Google Ireland con lo que su facturación y sus beneficios se pierden para España. En la jurisdicción fiscal española, sólo 'vendió' de cara a Hacienda 66 millones de euros según las cuentas depositadas en el registro mercantil a las que ha tenido acceso este diario. Miles de empresas desconocidas de sectores que no realizan elusión fiscal facturan mucho más que Google.
Con tales circunstancias, no es de extrañar que la Agencia Tributaria haya realizado recientemente sendas inspecciones fiscales en las sedes que tiene la compañía de Mountain View en Madrid. Y no es la única administración, ya que Google se encuentra ahora mismo con disputas en varias jurisdicciones europeas como Francia.
Aunque el foco sobre Google no es sólo impositivo. También siente la presión la empresa californiana sobre un caso de presunto abuso de posición de dominio, al favorecer sistemáticamente sus propios servicios de comparación de compras en los resultados de su buscador. La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, acusó también a Google de violar las normas antimonopolio de la UE.
La cantidad que paga en impuestos Google en España es muy similar a lo que paga al año por el alquiler de su planta en la Torre Picasso de Madrid, un edificio que pertenece desde 2011 a Pontegadea (Amancio Ortega) y por el que paga 2,4 millones de euros anuales. En 'sueldos, salarios y asimilados' la empresa norteamericana se deja 21 millones de euros mientras que en cotizaciones sociales -que también son, de facto, un impuesto- pagó 2,2 millones de euros.