El viaje estaba en la agenda, aunque ha sido pospuesto sucesivas veces, la última por el desagradable episodio de Año Nuevo en las obras del Canal de Panamá, que Sacyr amagó con abandonar al no poder afrontar el teórico sobrecoste. Sin más demora, a finales de la semana que viene la ministra de Fomento, Ana Pastor, y con ella su plana mayor, incluido algún secretario de Estado, se plantará en Riad, capital de Arabia Saudita, para tranquilizar a sus homólogos árabes y respaldar el proyecto de alta velocidad La Meca-Medina, dominado por un consorcio fundamentalmente español y adjudicado por cerca de 7.000 millones de euros.
Así lo ha sabido este medio a través de fuentes oficiales del consorcio, cuyo presidente, Pablo Vázquez, también acudirá a la cita. El conflicto Sacyr-Panamá ha dañado seriamente la cacareada Marca España, menoscabo que reconocen todos los dirigentes de Fomento consultados; por eso Pastor aprovechará este viaje para aplacar cualquier temor o duda de los jeques en torno al AVE de Los Peregrinos, un proyecto que ya generó fricciones a lo largo de 2013 por cuestiones relacionadas con el sobrecoste, precisamente.
La amenaza de OHL se diluye
El llamado “modificado de obra” (sobrecoste) fue blandido por algunas de las empresas participantes del consorcio Al Shoula, todas ellas curiosamente constructoras. La más beligerante fue OHL, la firma de Villar Mir, que amenazó hace casi un año con denunciar al propio consorcio, intimidación que nunca se llevó a cabo.
Sin embargo, la importancia de OHL y de otras constructoras similares como Copasa, Imathia o Cobra (ACS), cuya participación no rebasa el 10% en ningún caso concreto, no es la misma que la que tiene Sacyr en el Canal de Panamá, por lo que o bien han desistido o bien han sido disuadidas de pedir más dinero. “Esto es una jaula de grillos, sí, pero no hay ningún actor preponderante”, confía una importante fuente.
Una cita primordial
Junto a la ministra también viajará Pablo Vázquez, que a su vez preside la ingeniería pública Ineco, así como los presidentes de Renfe y Adif, Julio Gómez-Pomar y Gonzalo Ferre. Ineco, Renfe y Adif lideran el consorcio. Será uno de los principales encuentros entre las dos partes, escogido en estas fechas porque la abrasadora climatología arábiga es menos inclemente durante el invierno. Como poco, los dirigentes españoles se entrevistarán con el ministro de Transportes de Arabia Saudí, Jubarah bin Eid Al-Suraiseri, y con el presidente de SRO (la Renfe saudí), Mohamed Khaled Al-Suwaiket y otros mandatarios. Ambos visitaron España en septiembre.
Siempre ligado al exasperante sobrecoste, hay otro asunto que Fomento quiere abordar con sus socios: las deficiencias halladas en la Fase 1, a cargo de un conglomerado chino-franco-saudí. Al Shoula, que se encarga de la superestructura (lo más gordo del proyecto), ha sufrido retrasos en la entrega, y ésta presenta defectos en su construcción que los españoles tratan de paliar, caso del acoplamiento de la vía en placa en vez de otra menos resistente. A pesar de todos estos contratiempos, el AVE de La Meca avanza ahora a mejor ritmo, aunque nadie pone la mano en el fuego porque esté listo en 2016, fecha teórica de la entrega de las obras.