La filial mexicana de OHL ha decidido aplicar el modismo que reza que “más vale prevenir que curar”. La junta de accionistas que la empresa celebró el pasado miércoles aprobó una dotación para el fondo destinado a la compra de acciones propias de 2.000 millones de pesos (cerca de 120 millones de euros), una cantidad que multiplica por más de 3,5 veces la consignada el pasado mes de junio, en pleno desplome de las acciones de la compañía. Por entonces, OHL México trató de paliar con un programa de recompra de acciones el desplome sufrido por los títulos a raíz del escándalo de los audios publicados en internet, que recogían grabaciones de conversaciones entre altos directivos de la empresa hablando de presuntos fraudes en las concesiones de la compañía.
La aprobación de este nuevo fondo se produce después de que el registrado en el mes de junio, por valor de 38 millones de euros se haya agotado
La propuesta y aprobación de este nuevo fondo para recomprar acciones se produce después de que el registrado el pasado mes de junio, por valor de 550 millones de pesos (unos 38 millones de euros) se haya prácticamente agotado, sin que los efectos hayan sido demasiado duraderos. Desde la publicación de los citados audios, la cotización de la compañía ha caído algo más de un 36%.
La junta de OHL México dio el visto bueno a dotar el fondo con un 260% más que en la anterior ocasión precisamente el mismo día en que la compañía presentó sus alegaciones al proceso sancionador abierto por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV, el supervisor del mercado azteca, equivalente a la CNMV española) debido a supuestas irregularidades a la hora de consignar en la cuenta de resultados los ingresos futuros por las concesiones en el Estado de México.
El expediente abierto por el regulador podría derivar en una grave sanción que, a buen seguro, golpearía de nuevo a la compañía en Bolsa, por lo que OHL México ha decidido cubrirse las espaldas y de forma más firme que en la anterior ocasión.
Consecuencias para la matriz
A comienzos de mayo, cuando se conoció el contenido de las primeras grabaciones de los directivos de la empresa (que interpuso una denuncia contra la auditora de tráficos de autopistas Infraiber, a la que acusa de haber registrado, manipulado y difundido ilegalmente las conversaciones), los títulos de OHL México sufrieron una caída superior al 38% en poco más de un mes.
A mediados de junio, la empresa anunció un programa de recompra de acciones que se llevaría a cabo con el horizonte temporal de abril de 2016 y con una dotación del correspondiente fondo de 550 millones de pesos. En las siguientes seis semanas, OHL México experimentó una revalorización de algo más del 44%.
La pérdida de confianza de los inversores tuvo consecuencias negativas para la matriz, que se vio obligada a aportar nuevas prendas en algunos préstamos
Sin embargo, el efecto de las adquisiciones de acciones propias se diluyó paulatinamente con posterioridad. El inicio del proceso sancionador por parte de la CNBV supuso otro duro golpe para la cotización de la empresa, que ha registrado un descenso del 15% desde que se conoció la apertura del expediente, hace un mes aproximadamente.
Además de la pérdida de confianza de los inversores, el desplome de las acciones de OHL México tuvo consecuencias negativas para la matriz, toda vez que se vio obligada a aportar nuevas prendas en algunos préstamos que estaban garantizados con parte de las acciones que el grupo que preside Juan Miguel Villar Mir posee en su filial azteca.
Modificaciones en la junta
El fondo para la compra de acciones propias se ha agotado mucho antes de aquel mes de abril de 2016, la fecha prevista para el fin del programa de recompra de acciones, por lo que la compañía ha tenido que renovarlo con otros 2.000 millones de pesos, también hasta el cuarto mes del próximo año.
Fuentes próximas al grupo aseguraron desconocer si se emprenderá un nuevo programa de recompra de acciones y enmarcaron la dotación del fondo en la estrategia futura de la filial.
Paradójicamente, este punto no figuraba en el primer orden del día de la junta de accionistas que la compañía remitió a la Bolsa de Valores de México, el pasado 3 de noviembre. Según aquel documento, la asamblea de accionistas de OHL México sólo abordaría la ratificación de los tres nuevos consejeros independientes de la empresa, Carlos Cárdenas, Antonio Hugo Franck y José Guillermo Kareh, que fueron nombrados por el consejo el pasado mes de octubre.
Sin embargo, tres días después la compañía remitió al mercado un nuevo orden del día en el que ya figuraba la dotación del fondo para seguir comprando acciones propias. Antes de comunicar el primero de los órdenes del día de la junta ya se había conocido la apertura del proceso sancionador contra la empresa por parte de la CNBV.
La publicación de numerosos audios con polémicas conversaciones entre altos ejecutivos de la filial mexicana de OHL ha derivado en múltiples investigaciones abiertas por parte de las autoridades locales en busca de posibles irregularidades. La compañía mantiene que todas sus actuaciones han sido correctas y cuenta con informes de las cuatro grandes auditoras para tratar de evitar una multa del supervisor mexicano. Por el momento, el mercado no las tiene todas consigo y la compañía ha decidido cubrirse.