Escasas horas antes de que se pusiera en marcha la ampliación de OHL, la mayor de su historia, por 1.000 millones de euros, el grupo constructor y de concesiones controlado por Villar Mir daba la bienvenida en su capital a un nuevo accionista de referencia: Société Générale (SG). No se trataba, sin embargo, de un socio cualquiera. Primero, porque se hizo prácticamente de golpe con un 4,4% de la compañía. Pero, sobre todo, porque se trata de una de las entidades colocadoras de la ampliación.
Es más, el día en que la entidad financiera francesa se hizo con el citado paquete de acciones, el pasado 7 de octubre, se daba el pistoletazo de salida a la ampliación de capital de OHL con el registro del correspondiente folleto en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Fue entonces cuando se conocieron las condiciones de la operación, su precio y el notable descuento que llevaba aparejado, detalles que SG conocía bien. Junto a Bank Of América Merrill Lynch, UBS, JP Morgan y Deutsche Bank, actúa como agente de la ampliación.
De acuerdo con la comunicación remitida por SG a la CNMV en la que detalla la compra de las acciones, el banco francés consigna que superó el umbral del 5% de OHL el 7 de octubre y que su posición anterior al traspaso del citado límite apenas superaba el 1% del capital. Es decir, que las compras se realizaron en los días anteriores a la fecha indicada o incluso ese mismo día.
Si se hubieran realizado de forma escalonada, SG debería haber comunicado previamente el traspaso del umbral del 3%, a partir del cual es obligatorio que un accionista comunique su posición en una cotizada al organismo supervisor.
El banco francés consigna que superó el umbral del 5% de OHL el 7 de octubre y que su posición anterior al traspaso del citado límite apenas superaba el 1% del capital
En la misma comunicación, SG señala que la adquisición de las acciones de OHL está relacionada con la actividad normal de trading (operativa de compra y venta de acciones en el mercado). Una circunstancia habitual pero no hasta el punto de alcanzar una posición significativa y, además mantenerla en el tiempo.
En la mayoría de las ocasiones, las entidades superan los umbrales obligatorios de comunicar en momentos muy concretos para después volver a traspasarlos a la baja inmediatamente, sin comunicarlo a la CNMV.
Como entidad colocadora de la ampliación, SG conocía los detalles de la misma, con lo que llama la atención el hecho de haber comprado tal volumen de títulos y, además, en un periodo de tiempo tan corto.
La remontada de la cotización
Las acciones de OHL iniciaron la sesión de aquel 7 de octubre con notables caídas, que llegaron a superar el 8%, después de que el mercado conociera los detalles de la ampliación. Sin embargo, a lo largo de la sesión las pérdidas se fueron enjugando de forma progresiva, hasta cerrar con un descenso del 0,68%. Una recuperación que bien pudo ser causada por un aluvión de compras después de media sesión de inversores que quisieron aprovechar los bajos precios de la compañía y, de paso, tener la oportunidad de acudir a la ampliación en condiciones ventajosas.
Dos días después comenzaba la cotización de los derechos. El principal accionista, Inmobiliaria Espacio, filial de Grupo Villar Mir, vendió un 11% de sus derechos al fondo Tyrus, lo que le permitirá obtener ingresos extra para afrontar la ampliación manteniendo su participación en OHL por encima del 50,01%. Así cumplía una de las exigencias de los bancos. Entre ellos, de SG.
En menos de una semana, desde aquel 7 de octubre, los títulos de OHL han experimentado una revalorización del 9,1%.
