Tras el discreto entierro, hace un año, de la filial española de la cadena de hamburgueserías h3, el grupo de restauración Vips ha depositado en la enseña Vipsmart su crecimiento en el segmento del ‘Fast Casual’, basado en un servicio rápido (sin atención al cliente en mesa) a precios ajustados (una media de menos de 10 euros por comanda) y una oferta de platos de cierta calidad.
Tras haber basado su crecimiento durante décadas en los establecimientos en propiedad, el grupo controlado por la familia Arango (70%) y Goldman Sachs (30%) decidió reforzar el año pasado su apuesta por el modelo de franquicia (que ya había empezado en 2010 con su marca Ginos) incorporando su enseña de mayor notoriedad, VIPS Cafeterías, y Vipsmart.
Con esta última, su objetivo era abrir antes de fin de año en torno a una decena de establecimientos, siempre en ciudades de tamaño mediano, a través de franquicia, aunque finalmente sólo abrió cuatro, todos ellos ubicados en centros comerciales (en Murcia, Talavera de la Reina, Valladolid y el último, en Majadahonda), que se sumaron a los dos primeros que ya tenía en propiedad en Madrid, en Plaza Norte II (San Sebastián de los Reyes) y Kinépolis (en Pozuelo de Alarcón).
El grupo se decantó hace un año por esta enseña, que intenta conjugar las ventajas de un restaurante de comida rápida con el sabor de las tradicionales cafeterías Vips, para crecer en el ‘Fast Casual’ con el objetivo de capitalizar el reconocimiento de su marca en España.
La gran perdedora fue h3, puesta en marcha en España en 2011, sólo unos meses después que Vipsmart (que empezó a operar a finales de 2010), tras la resolución anticipada del contrato de licenciamiento que había firmado en marzo de 2011 con sus fundadores para desarrollarla en exclusiva en el territorio español y en Andorra.
Un auténtico fenómeno en Portugal, su país de origen, h3 se fundó en 2007 y ha protagonizado un colosal éxito en aquel país, pese a la brutal crisis económica, que ha logrado exportar a Brasil, aunque no a Polonia, donde también fracasó.
Sus hamburguesas gourmet, servidas con cuchillo y tenedor (y sin pan) no cuajaron bajo la batuta de Vips, que hace cerca de un año decidió cerrar los dos establecimientos que había puesto en marcha en Madrid tras “una decisión estratégica” y “ante el empeoramiento de la crisis”.