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Iberdrola amplía autocartera y se refuerza ante una posible OPA hostil

Iberdrola ha ampliado su autocartera entre febrero y abril hasta el 2,38% del capital. La eléctrica presidida por Ignacio Sánchez Galán, un caramelo en el mercado energético mundial, no había alcanzado ese nivel de compra de acciones propias desde el año 2011.

  • Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola

Durante los meses de febrero, marzo, y abril, Iberdrola ha adquirido acciones propias hasta alcanzar el 2,38% del capital, desde el 1,86% con el que contaba a principios del pasado mes de febrero. De acuerdo a los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la eléctrica española se ha hecho en ese periodo con cerca de 30 millones de acciones a precios que oscilan entre los 5,6 euros y 6,1 euros por título.

La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán indica en su comunicado al regulador del mercado que las operaciones responden al programa de recompra de acciones para la amortización autorizada por Junta General Ordinaria, operaciones con derivados y a entrega de acciones a empleados.

Iberdrola ya comunicó el 28 de abril que procedía a reducir capital mediante la amortización de acciones propias en cartera. El capital social resultante de la reducción quedó fijado en 4.680 millones de euros, correspondiente a 6.240 millones de acciones acciones.

La compañía no superaba el 2,3% de autocartera desde julio de 2011, cuando llegó a alcanzar el 4,3% del capital; la multinacional terminó ese año con menos del 1% de autocartera. La compañía, que el viernes cerró a 6,09 euros por acción tras subir un 3,36%, es un caramelo en el agitado mercado energético para alguno de los líderes mundiales, y no hay en España otra empresa del sector y de su tamaño cuyo accionariado facilitara como el suyo una operación hostil sobre su capital.

El grupo no cuenta con un núcleo duro de accionistas al estilo tradicional: Qatar controla el 9,6% pero no está en el consejo, y Kutxa está en el 3,6%

De ahí que algunos analistas empiezan ya a aventurar posibles nuevos movimientos de concentración en el sector energético europeo. Iberdrola es una compañía bien gestionada, diversificada internacionalmente como pocas y en países estables (EEUU, Reino Unido, Brasil, México…). Está en el punto de mira de los gigantes energéticos mundiales y no cuenta con un núcleo duro accionarial que permita, a priori, un bastión de defensa de cara a posibles OPAs hostiles.

Además, su precio en Bolsa es barato, según los analistas. Su capitalización del viernes se situó en 38.900 millones de euros.

El fondo soberano de Qatar posee un 9,65% del capital del grupo que dirige desde hace más de una década Galán y no cuenta con ningún sillón del consejo. Kutxa se ha quedado con 3,6% y Blackrock mantiene un 3%.

Estos son los únicos accionistas de referencia que posee la compañía (Bankia vendió el pasado año su 5%) y apoyan sin fisuras la gestión del presidente, pero de cara a una OPA hostil con una buena prima, las herramientas de defensa ante el posible comprador de los actuales gestores es limitada, señalan los analistas.

El reforzamiento de su autocartera es un pequeño paso más de cara a contar con más instrumentos, llegado el caso, de afrontar una operación no deseada.

El grupo ha reorganizado su estructura, creando sociedades independientes en sus principales áreas geográficas de influencia que cuelgan de la matriz. Además de Iberdrola España, el grupo cuenta con sociedades subholding en Reino Unido (ScottishPower), Estados Unidos (Iberdrola USA), México (Iberdrola México) y Brasil (Iberdrola Brasil).

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