¿Se imaginan que Santander tuviera que publicar en España la diferencia entre lo que cobra Ana Botín y un empleado medio? Pues en Reino Unido las compañías cotizadas en el país tendrán que ofrecer dicha información -el ratio entre lo que cobra el primer ejecutivo y un trabajador- a partir del próximo año.
De esta forma, Reino Unido se adelanta, en plena negociación sobre el Brexit, a la Unión Europea en cuanto a mayor intensidad normativa sobre la remuneración de los ejecutivos de las principales compañías. El Parlamento Europeo publicó el pasado mes de mayo la Directiva 2017/828, que los Estados miembros deben transponer antes de junio de 2019, y que contiene medidas similares a las anunciadas esta semana por el Gobierno de Reino Unido.
"Por primera vez, las empresas cotizadas tendrán que publicar los coeficientes salariales entre los principales ejecutivos y un trabajador medio en Reino Unido", informó el Gobierno británico en un comunicado publicado el martes. El secretario de Negocios Greg Clark aseguró que la nueva regulación "mejorará la transparencia de las grandes empresas para los accionistas, empleados y el público".
IAG, propietario de Iberia, tendrá que publicar la diferencia entre lo que cobra su presidente, el español Antonio Vázquez, y un empleado medio
El Gobierno de Theresa May informó que introducirá nuevas leyes para exigir a unas 900 empresas cotizadas "publicar anualmente y justificar la relación salarial entre los principales ejecutivos y su trabajador medio". Además, "todas las empresas de un tamaño significativo tendrán que explicar públicamente cómo sus directores tienen en cuenta los intereses de los empleados y los accionistas", comunicó el Gobierno británico.
En otoño, Reino Unido creará un nuevo registro de compañías cotizadas que será supervisado por la Investment Association, un organismo que representa a los gestores de inversiones de Reino Unido. La intención es llevar a cabo las reformas legislativas en junio de 2018.
La Directiva europea publicada el pasado mes de mayo, que tras el Brexit ya no afectará a las cotizadas en Reino Unido, indica en uno de sus puntos que el informe sobre remuneraciones de las compañías contendrá, entre otros componentes, "la variación anual de la remuneración, de la evolución del rendimiento de la sociedad y de la remuneración media sobre una base equivalente a tiempo completo de los trabajadores de la sociedad distintos de los administradores durante al menos los cinco ejercicios más recientes, presentadas de manera conjunta de modo que resulte posible establecer comparaciones".
Lugar fiable
A pesar de que la directiva europea contiene exigencias similares a las expuestas por el Gobierno británico en su comunicado del martes, el anuncio da la impresión de que Reino Unido es pionero en la materia y de que marcará tendencia.
"Uno de los mayores activos de Gran Bretaña a la hora de competir en la economía global es nuestra merecida reputación por ser un lugar fiable en el que hacer negocios. Nuestro sistema jurídico, nuestro marco de derecho de sociedades y nuestros estándares de gobierno corporativo son admirados en todo el mundo", subraya en el comunicado gubernamental británico Greg Clark. "Hemos mantenido tal reputación teniendo nuestro marco de gobierno corporativo bajo control. Las reformas anunciadas hoy [el martes] se basarán en nuestra sólida reputación y asegurarán que nuestras empresas más grandes sean más transparentes y responsables ante sus empleados y accionistas".
El anuncio da la impresión de que Reino Unido es pionero en la materia y de que marcará tendencia
El regulador del mercado responsable del gobierno corporativo de las compañías cotizadas en Reino Unido, Financial Reporting Council (FRC), será el encargado de redactar un nuevo código que tendrán que seguir las cotizadas. El presidente de la FRC, Stephen Haddrill, subrayó que la forma en que se desarrolle la nueva normativa "será clave para impulsar la competitividad, la transparencia y la integridad en los negocios, especialmente después de Brexit".
Todos a una
El comunicado del Gobierno de Reino Unido enviado el martes recoge declaraciones de los presidentes y responsables de varias patronales del país. Concienciados, aparentemente, de que el Brexit puede suponer una fuga de inversiones, todos tuvieron buenas palabras hacia la nueva normativa.
"Los ratios salariales mejorarán la concienciación de los consejos sobre la cuestión de la remuneración, pero pueden ser una medida antipática", dijo Sthepen Martin, director general del Institute of Directors. "Las empresas tendrán que prepararse para explicar cómo funciona el pago en su conjunto en su negocio y por qué los ejecutivos valen sus paquetes". Y añadió sentirse "complacido" de que los principios de buen gobierno se extiendan más allá de las cotizadas.
Concienciados, aparentemente, de que el Brexit puede suponer una fuga de inversiones, todos tuvieron buenas palabras hacia la nueva normativa
Terry Scuoler, director ejecutivo de la patronal británica de fabricantes afirmó que las propuestas "mejorarán la transparencia y garantizarán una mayor coherencia entre las principales empresas del Reino Unido". Y añadió que las reformas "acelerarán las mejoras en el gobierno corporativo, son consistentes con la estrategia industrial de Reino Unido y ayudarán a la competitividad y a que el país sea centro comercial y de la inversión mundial".
Paul Drechsler, presidente de la Confederación de la Industria Británica indicó que la "manera en que las empresas actúan y se comportan determina la forma en que la gente piensa acerca de sus negocios", y manifestó la intención del organismo de "trabajar estrechamente con el Gobierno para asegurar que Reino Unido mantenga su reputación como líder mundial en este campo y como lugar primordial para la inversión internacional".
Chris Cummings, director ejecutivo de la Asociación de Inversiones, manifestó que la nueva norma "es un paso importante en la mayor transparencia de las compañías cotizadas". En el mismo sentido se pronunció Stefan Stern, director del centro de estudios High Pay Center, que sostuvo que se trata de "un paso en la dirección correcta, que proporciona una mayor transparencia y que centrará la atención del público en aquellas compañías que ignoran las preocupaciones de su accionistas".