Iberia ha pasado de mantener una postura absolutamente inmovilista en lo concerniente a su plan de transformación a una flexibilidad que ha sorprendido incluso a algunos representantes sindicales. El encuentro que la dirección de la aerolínea mantuvo ayer con los sindicatos en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) desbloqueó la negociación por el plan de ajuste que llevará a cabo Iberia y que los representantes de los trabajadores se habían negado siquiera a considerar.
Uno de los aspectos más notables del acuerdo es que a la hora de ajustar la plantilla de la compañía se dará prioridad al expediente de regulación de empleo (ERE) actualmente en vigor y valedero hasta la conclusión del próximo 2013. A este ERE se pueden acoger aquellos trabajadores del ámbito de tierra a partir de 58 años, los tripulantes de cabina que tengan más de 55 años y los pilotos de más de 60 años. En total cerca de 2.700 empleados.
De esta forma, si Iberia llevara a cabo finalmente el ajuste laboral que se contempla en el plan de transformación, casi un 70% de las bajas se podrían tramitar a través del ERE ahora en curso, con lo que un buen número de trabajadores evitarían someterse a la nueva legislación laboral. Además, Iberia también ha accedido al compromiso de mantener las filiales de handling y mantenimiento al menos hasta 2017, sin segregación ni filialización.
El cambio de actitud de la compañía se gestó la pasada semana, durante la reunión del consejo de administración. Como informó Vozpópuli en su edición del sábado, el debate en el seno del máximo órgano ejecutivo de la aerolínea española sobre el plan de ajuste fue intenso y hubo voces favorables a flexibilizar la postura inicial.
El papel del Gobierno
A esto se suman los sucesivos llamamientos del Gobierno a la negociación y la cesión por todas las partes y la correspondiente reacción de los sindicatos que procedieron a desconvocar la huelga que tenían prevista para seis días de diciembre.
Para ratificar el papel del consejo en este cambio de actitud, uno de sus miembros, el director general de Producción, Sergio Turrión, representó a Iberia en la reunión de ayer en el SIMA, a la que no había acudido la semana pasada. Acompañado del director de recursos humanos y de asesores legales, Turrión fue el encargado de exponer la posición de la compañía en el encuentro.
Después de la reunión, ambas partes ya se han puesto a trabajar con vistas de poder alcanzar un posible acuerdo para el 31 de enero de 2013, fecha puesta como límite por Iberia para cerrar el plan de transformación. De hecho, mañana se constituirán las diferentes mesas de negociación que comenzarán a funcionar de inmediato. Se prevé que se establezcan encuentros en dichas mesas cada dos días, aproximadamente.
La implicación del Gobierno en este asunto ha sido notable y ha comenzado a recoger sus frutos. El mensaje de los diferentes ministerios afectados por la situación ha calado en el seno de los sindicatos y también en el del consejo de Iberia. “A partir de ahora empieza lo difícil, la negociación. Pero, al menos, ya podemos sentarnos a hablar”, señaló una fuente sindical.
