El aumento de la tensión que se está viviendo esta semana en Cataluña está alejando a las principales asociaciones empresariales catalanas del constitucionalismo. Tras la intervención de las finanzas de la Generalitat, publicada el sábado en el BOE, y los arrestos llevados a cabo el miércoles de altos cargos del Gobierno catalán por su supuesta participación en la organización del referéndum ilegal del 1 de octubre, las posturas de lobbies y patronales a favor de la consulta prevista para dentro de dos semanas son ahora más fuertes.
Pimec, que asegura ser la confederación patronal "más representativa" de pequeñas y medianas empresas y autónomos de Cataluña, no se posiciona en contra de una consulta sobre la independencia. "Ante la situación sin precedentes generada a raíz de las medidas de intervención de las instituciones y las finanzas de la Generalitat por parte del Gobierno español, Pimec quiere expresar su rechazo y preocupación por el impacto negativo que puede tener la actual situación política sobre la economía y las empresas del país", advierte en un comunicado.
"¿No te llega el júbilo de las calles de Barcelona?" comentan en el Cercle Català de Negocis
La asociación, constituida en 1975, defiende que se tiene "que cumplir con la legalidad", pero añade que no es posible "obviar los sentimientos". Sobre la medida de Hacienda publicada el sábado, Pimec opina que tiene la consecuencia inmediata "de recortar gasto e inversión en Cataluña, ampliar el déficit fiscal catalán y perjudicar los intereses de las empresas catalanas".
Cecot, integrada por gremios y asociaciones empresariales, que se define como "una patronal de patronales", defiende "el derecho de los ciudadanos a ser consultados como un elemento estructural de la calidad de la democracia". "Consultar", añade la asociación en un comunicado enviado ayer jueves, "nunca tendría que dar miedo porque aporta certezas y pone la base a partir de la cual establecer diálogos y poder tomar mejores decisiones".
En la Cecot "consideramos que en una sociedad democrática, las leyes son la expresión de una voluntad popular y no un elemento de coacción o inmutabilidad, por lo tanto pueden ser modificadas y actualizadas a las nuevas realidades por la vía del diálogo y el consenso".
El selecto Club Ecuestre de Barcelona celebra la próxima semana una conferencia titulada Las consecuencias económicas de la independencia de Cataluña
Con más tibieza tratan el asunto de la consulta y el proceso independentista en otras dos importantes y representantivas asociaciones empresariales catalanas, Foment del Treball y Círculo de Economía. Aunque abogan por el diálogo, evitan pronunciarse abiertamente sobre si apoyan el referéndum organizado para el próximo 1 de octubre, o si están en contra del proceso secesionista.
"Las decisiones políticas se resuelven en la política y no pueden pagarlas las empresas y los trabajadores", comentó ayer en una conversación telefónica con este diario uno de los directores de Foment del Treball Nacional, confederación que representa desde 1771 a la potente industria catalana. "Ni a favor ni en contra", dice el director consultado cuando se le pregunta por el posicionamiento de la organización sobre el proceso secesionista, e insiste en la idea de que las decisiones políticas "no deben afectar negativamente a las empresas, los trabajadores, los pensionistas o los funcionarios".
En plena escalada de la tensión política y social en Cataluña, el Círculo de Economía ha organizado para el viernes una conferencia sobre el futuro de la UE y el Brexit, titulada Después de la crisis, un avance para la zona euro. "Nunca hacemos públicas opiniones coyunturales", dicen en el Círculo de Economía.
La organización fundada en Barcelona en 1958 "con el objetivo de contribuir a modernizar la vida económica, social y política española" cuenta con 1.400 socios y 125 entidades colaboradoras. Una portavoz de la asociación indicó ayer a este diario que en el Círculo de Economía hay "sensibilidades de todos los tipos", y que, al igual que en Foment del Treball, abogan por el diálogo.
"La Generalitat nos está llevando a un callejón sin salida", dicen en Empresaris de Catalunya
El Círculo Ecuestre de Barcelona, el club deportivo más antiguo de España, creado en 1856, tiene previsto celebrar la próxima semana una conferencia sobre las consecuencias económicas del proceso independentista catalán. El Círculo Ecuestre, aunque se creó originariamente como punto de encuentro de la burguesía catalana amante de la hípica, en la actualidad es un selecto club que reúne a reconocidas personalidades de la política, el arte, o la abogacía. "No hemos realizado ninguna declaración institucional al respecto", señalaron ayer a este diario desde el club presidido por Alfonso Maristany Cucurella. "La próxima semana celebraremos una conferencia titulada Las consecuencias económicas de la independencia de Cataluña", apuntaron.
Alejadas de la tibieza de Foment del Treball y del Círculo de Economía se sitúan otras dos asociaciones empresariales con sede en Barcelona, Empresaris de Catalunya y el Cercle Català de Negocis, con intereses totalmente opuestos: la primera está en contra de la secesión de Cataluña, y la segunda a favor.
Empresaris de Catalunya (EC), creada en 2014, cree que la Generalitat "nos quiere llevar a un gravísimo callejón sin salida". La asociación presidida por Josep Bou sostiene que el papel de "Cataluña y los catalanes debe ser el de ponerse al frente de la economía y la política españolas con generosidad y responsabilidad para hacer una España fuerte dentro del proceso de desarrollo e integración de la Unión Europea".
"¿No te llega el júbilo de las calles de Barcelona?", pregunta un director del Cercle Català de Negocis con el que contactó ayer este diario. La asociación creada en 2008 evita publicar el número de socios con el que cuenta y sus nombres. "No es momento todavía de salir del armario, pero después del referéndum, entonces sí", comenta. "Somos empresarios y creemos que nos irá mejor si Cataluña se independiza", afirmó.