Invulnerable a una crisis galopante, Inditex presentó ayer unos resultados trimestrales muy por encima de las previsiones de los analistas que, con España en el ojo del huracán económico, dispararon la cotización de la multinacional gallega un 11,5%, hasta nuevos máximos históricos. Con Telefónica y Santander en horas bajas, Inditex volvió a ser ayer la principal empresa del Ibex 35, con un valor cercano a los 47.000 millones de euros. Mientras sigue batiendo récords y ensanchando la distancia con su principal competidor, la sueca H&M, la empresa se está tomando con mucha calma la expansión de su cadena más joven, Uterqüe, estrenada en el verano de 2008. Cuatro años después, el grupo se ha centrado en consolidar las aperturas llevadas a cabo hasta ahora.
Según la presentación de resultados remitida ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el número de tiendas de esta enseña (especializada en complementos de moda y con una selección de prendas de textil de calidad) se mantenía en abril en 89 establecimientos, cifra idéntica a la del cierre de 2011. Es la única enseña del grupo que no incrementó su red en esos tres meses. Un trimestre es un periodo muy corto. Pero, echando la vista atrás, el número de tiendas de Uterqüe apenas ha variado desde el final del ejercicio 2010 (concluido en enero de ese año), cuando la cadena, que opera actualmente en 17 países, tenía 87 establecimientos. En términos netos, ha sumado apenas dos tiendas nuevas en más de un año.
Fuentes próximas al grupo gallego niegan ese frenazo; explican que cada enseña "lleva su ritmo" y señalan que Uterqüe está cumpliendo los objetivos que se marca la cadena. Añaden que, por el tipo de producto (no tan centrado en el bajo coste como Zara, la enseña más exitosa del grupo) y su perfil de cliente, Uterqüe es una cadena más selecta y la compañía es, si cabe, más exigente a la hora de determinar dónde ubica sus tiendas.
Uterqüe vivió el año pasado dos cambios relevantes: el traslado de sus instalaciones desde Madrid a Tordera (Cataluña) y el relevo de su máximo responsable desde 2009, el ejecutivo de origen griego Costas Antimissaris, que fue sustituido por Luis Maseres. Antimissaris, que había sido responsable de Inditex Grecia, se incorporó a Uterqüe procedente de la dirección general de Zara España, con el objetivo de pilotar la expansión internacional de la enseña. Abandonó la compañía con un blindaje de 1 millón de euros.
Al ser la cadena más joven (se lanzó en su momento para competir con formatos similares como Bimba & Lola), el peso de Uterqüe en las ventas de Inditex es mínimo. En 2011 (último dato disponible), con el 0,4% de la superficie de venta del grupo, alcanzó el 0,5% de la facturación total, una cifra idéntica a la del ejercicio 2010, cuando incorporó 30 nuevas tiendas. Actualmente, apenas el 1,6% de los establecimientos de Inditex son Uterqüe.
Exceptuando Uterqüe, el grupo gallego continúa su imparable expansión: cerró abril con 5.618 establecimientos en 85 países, frente a los 5.154 de un año antes.
Con el subidón bursátil de ayer, el mayor desde marzo de 2004, Amancio Ortega, fundador y máximo accionista de Inditex, es, si cabe, más rico: su 59,2% de la compañía alcanza ya un valor de 27.800 millones de euros, cifra que supera, por ejemplo, el rescate de Bankia. En el primer trimestre, el grupo ganó la cifra récord de 432 millones y facturó 3.416 millones, un 15% más.