La situación en el sector de la ingeniería civil en España comienza a tornarse insostenible. A las grandes dificultades derivadas del desplome de la obra civil como consecuencia de la crisis se ha añadido el papel acaparador del mercado de la empresa pública Ineco. El problema no es nuevo pero se ha acrecentado a lo largo del tiempo. En los últimos doce meses, dos tercios de los contratos licitados por la Dirección General de Carreteras y por Adif han ido a parar a Ineco y, además, sin concurso previo, a través de las célebres encomiendas de gestión. Es decir, 'a dedo'. Las consecuencias están empezando a dejarse sentir. Grandes empresas españolas del sector comienzan a abstenerse de licitar en su mercado local y centran todos sus esfuerzos en el exterior.
La dirección General de Carreteras ha licitado en el último año contratos de infeniería por valor de 26,97 milllones de euros, el 65,5% fueron para Ineco
De acuerdo con los datos publicados recientemente en el Portal de Transparencia, la Dirección General de Carreteras ha licitado en los últimos doce meses contratos de ingeniería por valor de 26,97 millones de euros. De ellos, 17,7 millones, un 65,6%, han ido a parar a Ineco. Los restantes 9,3 millones se los han tenido que disputar las compañías privadas. Los números en el mismo periodo para el caso del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) son similares ya que Ineco se ha llevado contratos por unos 30 millones de euros, de un total de 50 millones en los que se valoran los contratos que se han licitado.
El problema no se queda en una simple cuestión de favoritismo hacia una empresa pública sino en las derivadas del sistema que se emplea para realizar las adjudicaciones. Si el mercado es pequeño, ya de por sí, e Ineco se lleva dos tercios de él, la batalla por el tercio restante es sumamente encarnizada y tiene como consecuencia que los contratos terminan adjudicándose con unas más que elevadas bajas de precios. Según denuncia la patronal de ingenierías Fidex, la baja media en los contratos de la Dirección General de Carreteras supera el 50% mientras que en el caso de Adif se eleva hasta el 60%.
Con este panorama, los departamentos de ingeniería civil de las grandes compañías españolas del sector encuentran cada vez más dificultades en obtener márgenes adecuados en los contratos. Eso cuando éstos no son, directamente, imposibles de hacer rentables.
A la espera de la nueva Ley
Otra de las derivadas negativas es la de la precariedad en el empleo. Las agresivas bajas que se incluyen en las ofertas para tratar de llevarse los pocos contratos que se licitan hacen que los presupuestos se recorten al máximo y que, en muchos casos, la única forma de llevar a cabo los trabajos sea con ingenieros junior.
Ineco no cuenta con todos estos problemas. Los contratos le llegan a través de encomiendas de gestión, sin concurso público y, por lo tanto, no se ve obligada a ofertar a la baja para hacerse con ellos. Las ingenierías denuncian que, en la inmensa mayoría de los casos, no se dan las condiciones que la Ley exige para que se haga una encomienda de gestión. Estas circunstancias se basan en que el proyecto afecte de forma directa a la seguridad del Estado, que un concurso haya quedado desierto o que tenga un carácter de urgencia tal que no pueda aguardarse a realizar un concurso público.
Las ingenierías denuncian que en la inmensa mayoría de los casos no se dan las condiciones que marca la Ley para encomendar la gestión a Ineco
De acuerdo con la normativa europea, Ineco ni siquiera estaría en condiciones de poder recibir encomiendas de gestión ya que, pese a ser una empresa pública, más de un 20% de su facturación ya proviene de proyectos procedentes del sector privado. Sin embargo, la directiva comunitaria que recoge esta circunstancia aún no está traspuesta en España, aunque sí deberá estarlo en breve, como mucho en abril del próximo año, en una nueva Ley de Contratos Públicos.
Las ingenierías esperan que la nueva normativa incluya este precepto aunque temen que, para entonces, Ineco haya sido capaz de maquillar ese porcentaje para seguir optando a las encomiendas de gestión.
Avisos del Tribunal de Cuentas y la CNMC
Fidex recuerda que tanto el Tribunal de Cuentas como la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia se han pronunciado a favor de no recurrir a las encomiendas de gestión de forma abusiva para evitar desvirtuar el mercado.
Sin embargo, los avisos parecen llegar tarde. Las compañías preparadas para licitar en el exterior y con el músculo financiero necesario para hacerlo ya no miran al mercado nacional y sostienen que, además del escenario descrito, también se encuentran con que las licitaciones en el exterior sí dan el peso que se merece a la parte técnica de la oferta y no permiten bajas salvajes como las que se dan en España.
Así las cosas, el mercado nacional se reduce para las medianas y pequeñas, que buscan sobrevivir en un entorno más que hostil y que no les permite fortalecerse para dar también el salto al exterior. Se calcula que, desde el inicio de la crisis, el número de ingenierías en España se ha reducido en dos tercios y los puestos de trabajo en algo más de un 50%.
