La firma tecnológica Intel ha obtenido un beneficio neto de 9.601 millones de dólares al cierre de 2017, un 7 % menos, debido en parte al impacto de la reforma fiscal, que le reportó pérdidas en el último trimestre.
La fabricante de chips radicada en Santa Clara (California) publica los resultados del último ejercicio fiscal, según los cuales su beneficio neto por acción bajó a 1,99 dólares, frente a los 2,12 dólares del año anterior, cuando ganó 10.316 millones.mEntre enero y diciembre, Intel ingresó 62.761 millones de dólares, lo que representa un 6% más que en el mismo periodo de 2016, en el que obtuvo 59.387 millones.
En cuanto a sus resultados del cuarto trimestre, del que estaba más pendiente Wall Street, tuvo unas pérdidas de 687 millones de dólares (15 centavos por acción), en comparación con el beneficio de 3.562 millones que logró entre octubre y diciembre de 2016 (73 centavos por acción).
Intel atribuyó la caída en su beneficio trimestral a un impacto negativo y "único" de 5.400 millones en sus cuentas como consecuencia de provisiones contables por la aprobación de la reforma fiscal en diciembre. En cuanto a sus ingresos, registró 17.053 millones de dólares en los últimos tres meses, un 4 % más que en el mismo período del año anterior, en el que facturó 16.374 millones.
Atendiendo a los resultados ajustados, Intel superó las expectativas de los analistas con unos beneficios de 5.200 millones de dólares en el último trimestre (1,08 dólares por acción), lo que supone un 34 % más en comparación con el del año anterior.
El CEO de la tecnológica, Brian Krzanich, aseguró que 2017 fue "de récord" y consideró que sus "inversiones estratégicas" en áreas como la memoria, las soluciones programables, las comunicaciones y la conducción autónoma "están empezando a compensar".
De cara a este año, la firma predijo que una tasa de impuestos del 14 %, derivada del Acta de Recortes en Impuestos y Empleo, "ayudará a igualar el campo para los manufactureros en EEUU, como Intel, que compiten en la economía global actual".
Intel consideró que la reforma tributaria es un "incentivo" para continuar sus inversiones en la investigación y la manufactura nacionales, y apuntó que "refuerza" su decisión de ampliar su fábrica de Arizona, además de justificar el incremento en los dividendos que anunció hoy.
Tras la publicación de los resultados, al cierre de Wall Street, las acciones de la compañía, que cotizaban a 45,30 dólares, subían hasta un 3,80 % en las operaciones electrónicas. Intel estuvo en el centro de la polémica a principios de mes debido a un fallo de seguridad en microchips y procesadores que afectó a millones de ordenadores de todo el mundo.