Internet de las Cosas (IoT) está detrás de las futuras smartcities; de los nuevos servicios que ofrecerán los operadores de telecomunicaciones; de una nueva inteligencia que permitirá gestionar mejor a las compañías y que aportará al cliente final una mayor calidad de vida.
Permitirá arrancar desde el móvil la calefacción del coche automáticamente y a distancia en las frías noches de invierno para que nos lo encontremos caliente antes de ir a trabajar. Podremos saber dónde se encuentra nuestro perro en caso de que se dé a la fuga en ese clásico paseo por el parque. Sabremos dónde se encuentra esa maleta que nos perdieron en el aeropuerto desde la pantalla del teléfono.
Todo se basa en conectar objetos con otros objetos; con sensores -humedad, temperatura, posicionamiento, luz...-. Conexiones basadas en tarjetas SIM similares a las que cargan los teléfonos móviles, porque Internet de las Cosas depende de la conectividad. La pelota está pues en el tejado de los operadores. En España, Movistar, Vodafone y Orange ya ofrecen desde hace un tiempo servicios y aplicaciones para el sector empresarial basados en IoT.
Si vamos al terreno del usuario de a pie, al cliente final, la cosa acaba de empezar. Vodafone ya ofrece IoT para particulares desde hace algunos meses, Yoigo también irrumpió en este mercado hace unas semanas -con un reloj orientado a los niños- y se prevé que Movistar presente oficialmente sus tarifas en fechas próximas al verano.
El coste anual de una conexión IoT para empresas está entre los 3,5 euros anuales y los 16 euros
Hoy en día ya hay más líneas de teléfono móvil que habitantes sobre la tierra -y hablamos de unos 7.300 millones de personas-, según asegura el Informe de la Sociedad de la Información 2017 publicado recientemente por Telefónica.
Si hablamos de conexiones a IoT, en la actualidad hay 6.000 millones de conexiones según datos de Huawei. En 2025 el fabricante chino estima que en el mundo habrá 30.000 millones de objetos conectados. Dato que pone de relieve que el ritmo de crecimiento de Internet de las Cosas es mucho mayor que el que ha tenido la telefonía móvil tradicional.
Hoy, según datos de Huawei, el mercado IoT mueve entre los operadores de telecomunicaciones 8.000 millones de dólares. El crecimiento estimado abruma: en 2025 las 'telcos' ganarán 400.000 millones de dólares por servicios IoT; un aumento del 5.000%.
Cuánto se paga por IoT
Los operadores son conscientes de que las ciudades conectadas son un caladero en el que pueden incrementar su negocio. Cada farola inteligente, cada sensor de temperatura o posicionamiento que se instale en las ciudades, tiene que tener una conexión a Internet para que los objetos se puedan transmitir información y recibir órdenes.
De todas formas, hay que tener en cuenta que el precio por una tarifa plana de datos para Internet de las Cosas es mucho menor que en el caso de las tarifas al uso de los usuarios habituales de telefonía móvil.
Este menor precio se debe a que el tráfico que un objeto conectado necesita es mucho menor. Enviar la orden de que una farola se encienda no consume los mismos datos, por ejemplo, que ver una película en streaming a través de una conexión móvil tradicional.
En el caso de servicios IoT para particulares los costes son mayores (cuesta entre 7 y 12 euros al mes), pero los operadores ya trabajan en la creación de servicios que generen necesidades en el usuario final
Los precios por el servicio IoT de los grandes operadores y el de otras compañías específicamente dedicadas a ofrecer IoT, caso de Sigfox, están entre los 3,5 euros anuales que cobra esta última empresa y los 16 euros, también al año, que facturan aproximadamente las grandes compañías.
En el caso de servicios IoT para particulares los costes son mucho mayores (del orden de entre 7 y 12 euros al mes), pero los operadores ya trabajan en la creación de aplicaciones y servicios que generen necesidades en el usuario final.