Los concursos de acreedores de Alteco y MAG Import, las instrumentales de Joaquín Rivero y la familia Soler, sigue su curso aunque con inesperadas novedades. Entre las entidades que han documentado ser acreedores de las sociedades se encuentran las estadounidenses Goldman Sachs, Bank of America y su filial Merrill Lynch, que no figuraban entre las que componen el préstamo sindicado que ha motivado la entrada de las mercantiles en proceso mercantil.
La aparición de las entidades norteamericanas tiene su origen en la compra por parte de Blackstone y Caisse de Depot du Quebec de carteras de deuda de bancos que sí formaban parte del sindicado, con lo que se convirtieron en nuevos acreedores de Alteco y MAG Import. Sin embargo, estas operaciones se llevaron a cabo, en realidad, a través de Goldman Sachs, Merrill Lynch, Bank of America y algunas otras entidades, algunas de las cuales son filiales de los compradores de la deuda.
La intención de Blackstone y Caisse de Depot su Quebec era tener acceso al paquete de acciones de la inmobiliaria francesa Gecina que actúan como garantía del citado préstamo sindicado. Sin embargo, sendos autos de los juzgados de lo Mercantil 5 y 8 de Madrid impiden de forma cautelar cualquier ejecución de las garantías.
En cualquier caso, han sido los norteamericanos los que se han presentado como acreedores de las sociedades españolas. El plazo para los acreedores de MAG Import ya ha vencido mientras que el de Alteco se prolongará hasta el próximo 8 de enero debido a un error de comunicación que se produjo cuando se admitió la solicitud de concurso.
El atractivo de la deuda contraída por Rivero y Soler con el sindicato bancario consiste precisamente en la garantía, la participación de ambos en Gecina, que supera el 31% del capital, valorado a precios actuales de mercado en algo más de 1.700 millones de euros. Sin embargo, hasta ahora los únicos nombres que habían aparecido como compradores de la deuda del sindicador habían sido los de Blackstone y Caisse de Depot du Quebec. El proceso cuenta cada vez con un mayor número de protagonistas.
A finales del pasado año, Alteco y Mag Import comenzaron a negociar la refinanciación del préstamo sindicado de 2.160 millones con el que financiaron en 2006 la OPA lanzada sobre Metrovacesa, en plena guerra con la familia Sanahuja por el control de la cotizada. Tras la escisión de la inmobiliaria, Rivero y Soler canjearon su participación en Metrovacesa por acciones de la francesa Gecina, que pusieron de garantía para el préstamo.
Tras diversas prórrogas, Rivero y Soler logran el acuerdo con la banca acreedora a finales del pasado mes de abril. El total a refinanciar asciende a poco más de 1.600 millones porque las sociedades han logrado amortizar 533 millones de principal, más 488 millones de intereses.
El acuerdo incluye tres cláusulas suspensivas: la presentación de un plan de viabilidad, la emisión de un informe de un experto independiente y el desbloqueo del dividendo de Gecina que le corresponde a Alteco (Rivero), una decisión que está en manos del juez que lleva la denuncia que un grupo de minoritarios contra Rivero por su gestión cuando estuvo al frente de Gecina. Su incumplimiento desembocó en el concurso.