Los grandes proyectos de construcción en el mundo no son ajenos a factores tradicionalmente asociados al mercado doméstico, como es el caso de los retrasos y de los célebres modificados, que derivan en sobrecostes. Un reciente estudio de KPMG revela que menos de un tercio de estas obras han podido esquivar en los últimos años problemas con los calendarios previstos y con los presupuestos establecidos.
El trabajo de la consultora se basa en una serie de entrevistas a más de un centenar de directivos de empresas que encargan grandes proyectos de construcción en el mundo, tanto públicas como privadas. El resultado que arroja el estudio es que sólo un 31% de estas obras logró finalizar con una desviación presupuestaria dentro de un margen del 10%, considerado como razonable para este tipo de trabajos.
Aún menor es la proporción de grandes obras que finalizan en el plazo previsto o dentro de este margen del 10%. Tan sólo un 25% de los proyectos consigue cumplir el cronograma diseñado en principio para su realización.
Más de la mitad de los responsables de proyectos se han encontrado a lo largo del último año con resultados insatisfactorios, otra de las preocupantes conclusiones del estudio que, no obstante, apunta a que los controles son cada vez más exhaustivos.
Dificultades para seleccionar personal
De hecho, el 84% de los entrevistados por KPMG considera que su compañía realiza los análisis adecuados para calcular los riesgos, tanto los derivados de los proyectos en sí como desde el punto de vista financiero. Cerca del 75% se encuentran satisfechos con los informes que se elaboran sobre el proyecto en cuestión.
Una gran mayoría coincide en señalar que en los últimos tiempos se han introducido grandes mejoras en el sector, que han contribuido a reducir las incidencias pero aún queda bastante trabajo por hacer, a tenor de los resultados, opinión que comparte Cándido Pérez Serrano, socio responsable de infraestructuras, transporte, Gobierno y sanidad de KPMG España.
En su estudio, la consultora también detecta que el problema no está únicamente localizado en los sistemas empleados por las compañías para reducir los riesgos sino también en la capacidad de las personas que tienen que manejar estas aplicaciones. De hecho, el 44% de los entrevistados admite haber tenido dificultades para la contratación de personal cualificado. Un porcentaje similar llama la atención sobre la falta de responsables de planificación o gerentes de proyecto.
Otro de los factores que generan inquietud es la falta de confianza que generan estos resultados en los encargados de contratar las obras. Sólo un tercio de los ejecutivos que han participado en el trabajo de KPMG admiten tener un elevado grado de confianza en los grupos contratistas.