Manuel Jove, otrora primer accionista del BBVA con una participación del 5%, apenas cuenta ya con un paquete de acciones simbólico de la entidad financiera. Sin embargo, el empresario gallego ha aprovechado la experiencia para fichar talento. Jove acaba de incorporar al consejo de administración de su holding Inveravante al ex director de relaciones con inversores del banco Tomás Blasco.
Pese al cargo que Blasco ocupaba en BBVA, fuentes del mercado aseguran que en los planes de futuro de Manuel Jove no hay nada relacionado con una posible salida a Bolsa, una opción que sí aparecía en el horizonte de Inveravante cuando comenzó su andadura, a comienzos de 2008, apenas unos meses después de la venta de Fadesa, la inmobiliaria que fundó y que sacó a cotizar, a Martinsa.
Pero eran otros tiempos y aunque los primeros efectos de la crisis habían empezado a dejarse sentir nada hacía presagiar que fueran tan devastadores. Seis años después y tras la operación del BBVA, que tampoco ha tenido los frutos esperados, el objetivo de Jove es consolidar las líneas de negocio en las que trabaja Inveravante, basadas en las áreas bodeguera y alimentaria, de energía (especialmente renovable), inmobiliaria y de inversión y patrimonio.
Fuentes del sector señalan que el contacto entre Manuel Jove y Tomás Blasco fue muy fluido desde que el dueño de Inveravante tomó la decisión de invertir parte de lo obtenido por la venta de Fadesa en la entidad que preside Francisco González.
Experiencia política y empresarial
Tras rechazar Jove un puesto en el consejo de administración del BBVA, Barrios fue su nexo con el banco hasta que el empresario gallego pasó a ser un accionista más al reducir su participación de forma drástica. Sin embargo, la relación empresarial entre ambos continuará ahora en Inveravante.
Manuel Jove también ha incorporado al consejo de su holding a Antonio Couceiro, que fue consejero de Industria y Comercio de la Xunta de Galicia en la época en que el Gobierno gallego estuvo presidido por Manuel Fraga.
Couceiro también fue director general durante diez años de Begano, una de las siete embotelladoras de Coca-Cola que había en España y que formalizaron su fusión en una sola compañía a finales del pasado ejercicio.
Tras vender casi toda su participación en BBVA, Inveravante se encuentra con una desahogada situación financiera, con un endeudamiento con entidades de crédito de apenas 150 millones de euros, exiguo comparado con un patrimonio que supera los 1.800 millones de euros.
La compañía cerró 2013 con unos ingresos de 170 millones de euros, casi el doble que en 2012, y un beneficio de 76 millones de euros. Durante el pasado ejercicio, Inveravante cerró la venta de sus negocios petrolíferos con sustanciales beneficios.