Los bancos y la Sareb tienen que negociar con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, su aportación al programa de viviendas sociales para familias en situación de exclusión; las compañías eléctricas harán lo propio para coordinarse con el Consistorio y evitar cortar la luz a los hogares más pobres ante la llegada del invierno; las constructoras tendrán que promover la reactivación de proyectos urbanísticos como la Operación Chamartín o Canalejas, entre otras, así como los contratos de recogida de basuras y de limpieza de la capital.
Todas estas empresas y entidades tendrán que sentarse con representantes del Ayuntamiento de Madrid pero temen no sólo que sus conversaciones sean grabadas, sino que más adelante puedan ser filtradas a los medios de comunicación como ya ha ocurrido con las deliberaciones mantenidas con las agencias de calificación de rating.
Según han confirmado a Vozpópuli fuentes de algunas de estas empresas y entidades, el temor está ahí: “Nos preocupa ser transparentes en esas reuniones y nos cortaremos mucho a la hora de negociar y exponer a las claras las condiciones de lo que se negocia porque no sabemos si luego nos van a intentar linchar públicamente”, señala una de ellas.
Hay empresas que piensan que es difícil negociar a sabiendas de que las conversaciones se graban y pueden ser filtradas posteriormente
El equipo de Carmena filtró a algunos medios los audios de las tensas conversaciones que mantuvieron sus representantes económicos con los auditores de las agencias de calificación de rating, Standard&Poors y Fitch, que auditan la deuda del Ayuntamiento. Fuentes oficiales de Ahora Madrid afirman que ellos no filtraron estos audios, pero desde otras fuentes se asegura que ha sido el entorno del ayuntamiento el que lo ha hecho.
La alcaldesa ha decidido no renovar el contrato con estas dos firmas para que auditen la deuda a partir de 2016, lo que ha provocado un gran revuelo que ha sido aderezado con la filtración de los audios en los que ambas partes disparan con buena munición.
Una auditora de S&P advierte a la gente de Carmena: "En el caso de que en algún momento en el futuro se decidiese no pagar una deuda o reestructurarla, que tengáis claro las implicaciones que tiene en la calificación del Ayuntamiento de Madrid".
La representante del Ayuntamiento se revuelve contra ella: "Disculpa que te lo diga tan francamente, creo que hablar en torno a si vamos a incumplir la ley o no es una pregunta algo capciosa, si me permites la expresión, porque nuestro objetivo no es incumplir la ley, nuestro objetivo es garantizar que todo se haga de una forma participativa, adecuada y sabiendo lo que tenemos hasta ahora para ser lo más responsables posibles con el dinero de los contribuyentes".
"Los temas a tratar son muy sensibles: desahucios, viviendas sociales, cortes de la luz, recogida de basuras...", de forma que una filtración interesada puede dañar la imagen de las empresas involucradas
Estos audios están disponibles en internet y lo que no quieren los directivos de la banca, la Sareb, las eléctricas y las constructoras es que sus deliberaciones con el ayuntamiento corran la misma suerte.
“Los temas a tratar son muy sensibles: desahucios, viviendas de alquiler social, cortes del suministro de la luz por impago del recibo, recogida de basuras, contratación de más barrenderos para limpiar la ciudad. Cualquier negativa o rechazo que hagamos a propuestas de este tipo pueden ser interpretadas de forma interesada y usadas en nuestra contra si se hacen públicas”, añade otra fuente que en los próximos días tiene prevista una reunión con miembros del Ayuntamiento.
Entre las empresas que tienen que bregar en los próximos meses con el Ayuntamiento están BBVA y San José por la Operación Chamartín; OHL por Canalejas; Endesa, Iberdrola y Gas Natural por los impagos de la luz y los cortes de suministro; la Sareb, Bankia, Santander y otras entidades bancarias por las viviendas de alquiler social; FCC, Ferrovial y ACS para las prórrogas de los contratos de recogida de basuras y el reforzamiento de las brigadas de barrenderos para adecentar Madrid, una de las ciudades más sucias de España por los recortes aplicados en la etapa de Ana Botella.
